RAMIRO LATORRE/PHOTOSPORT
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El 3 de agosto de 2010, apenas terminó la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores ante Chivas de Guadalajara (0-2), Walter Montillo se puso en cuclillas y miró las tribunas del Estadio Nacional con mucha tristeza. Además del traspié que le impidió acceder a la final continental, la pena inundó al argentino en esa fría noche: por última vez vistió la camiseta de Universidad de Chile.

El mediocampista se fue llorando a camarínes, consolado por sus compañeros y la barra universitaria que lo ovacionó, cantó y le rogó que no se fuera. El cántico “Montillo querido, Los de Abajo jamás te olvidarán”, retumbó con más fuerza que nunca en Ñuñoa.

Después de los universitarios vinieron Cruzeiro y Santos de Brasil, Shandong Luneng de China, Botafogo y Tigre de Argentina, como también las constantes lesiones que lo llevaron a un prematuro retiro de la actividad a los 32 años. Sin embargo, echó pie atrás, volvió a un gran nivel y fue clave en el inédito título de los trasandinos hace algunos meses en la Copa de la Superliga.

Pese a los kilómetros de distancia, su nombre jamás se alejó de Chile y los hinchas laicos siempre se ilusionaron con el regreso de la “Ardilla” a la U. Cada mercado de fichajes era una vorágine de rumores que nunca se concretaron, pero eso se acabó este 2020, luego de que el mismo “Buque Insignia” -como lo bautizó Sergio Markarián en 2009- anunciara su retorno al Centro Deportivo Azul 3444 días después de su última vez con la “10” en la espalda.

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