Durante este jueves Chelsea oficializó a su primer refuerzo para la próxima temporada. Se trata del alemán Timo Werner, delantero de 24 años proveniente del RB Leipzig de la Bundesliga.
Este es el primer gran movimiento realizado entre clubes luego de la pandemia, ya que la transacción bordeó los 50 millones de euros.
El atacante, quien es seleccionado de su país, tiene un “vínculo” con la Roja pero no es del todo feliz. La historia se remonta al 2 de julio de 2017, en el contexto de la final de la Copa Confederaciones. En ese duelo -que terminó con victoria 1-0 y título para los europeos- el oriundo de Stuttgart recibió un duro codazo en el rostro por parte de Gonzalo Jara.
La acción, que fue revisada por el VAR y que sólo terminó en amarilla para el defensor, le trajo serias consecuencias a Timo Werner: lo dejó con un daño acústico que lo deja sensibiliza a los gritos y ruidos, causándole fuertes dolores de cabeza y mareos. Por esta situación usa tapones para mitigarlo.
