Se hablaba de que el baloncesto estaba en deuda con Stephen Curry. El MVP de las finales de la NBA le había sido esquivo al talentoso base de los Warriors. Sin embargo, todo eso terminó. Y es que el oriundo de Ohio se quedó con la única distinción que faltaba en su estante.
Y fue precisamente tras conseguir un nuevo título con los Golden State Warriors en el sexto juego de las finales de la NBA, donde vencieron por 103 a 90 a los Boston Celtics, coronándose así por séptima vez en su historia como campeones de la NBA.
Curry fue distinguido con esta distinción tras la notable marca promedio de 31,2 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias en la serie contra los Boston Celtics, además de 34 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias en el sexto partido y una precisión envidiable tras la línea de los tres puntos, por algo es el máximo anotador en ese ámbito. Números sencillamente notables que -al fin- consolidan a Curry como una verdadera leyenda viviente del baloncesto.
De esta forma, el Chef Curry alcanza cuatro anillos a su haber y un sinfín de distinciones individuales que corona con este MVP en las finales de la NBA.