Tras retirarse de Wimbledon, el tenista español Rafael Nadal se trasladó hasta Barcelona para realizarse pruebas médicas y así determinar la gravedad de la lesión abdominal que lo obligó a abandonar el tercer Grand Slam de la temporada.
El número 4 del ranking ATP confesó que le dolió no poder disputar las semifinales del torneo británico, pero aseguró que no le queda más que dar vuelta la página.
“Lo que duele es que no he podido competir en una situación privilegiada, porque estaba jugando bien y en unas semifinales de un torneo tan importante como Wimbledon. Al final no queda más que mirar adelante y estar en una actitud positiva”, dijo a los medios de comunicación en su arribo a España.
Nadal sufrió una rotura en el músculo abdominal, situación por la cual estará entre tres o cuatro semanas de baja. “Ahora la lesión no me permite sacar, pero dentro de poco tiempo me permitirá jugar desde el fondo de la pista”, afirmó.
Por último, el español lamentó no poder seguir en competencia. “Era un torneo muy importante para mí, pero al final la vida sigue y hay que mirar hacia delante”, cerró.