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Nasser Al-Khelaïfi le ganó a Florentino Pérez y logró la renovación de Kylian Mbappé. Fue una disputa larga que logró concretar a finales de la temporada pasada. De hecho, el anuncio fue con bombos y platillos, a estadio lleno y con el presidente del PSG y el protagonista en la cancha luciendo la camiseta del cuadro francés, con el dorsal 2025 y el nombre de la estrella.

Sin embargo, ahí había una trampa. De acuerdo a lo informado por L’Equipe, el contrato del campeón del mundo no es por tres año, como anunciaron desde el club, sino que solo por dos, con la opción de un tercero.

Pero esa tercera temporada tendrá varias alicientes. Por ejemplo, la más importante es que quien valida ese tercer año es de exclusiva responsabilidad de Kylian Mbappé. Sí, lee bien. Si el francés quiere sigue, sino se puede marchar.

Este especie de cláusula tiene relación con una de las promesas de la directiva parisina para que se quedara Mbappé, la cual tiene relación con los proyectos del club y los resultados que obtenga en estos dos años, donde sin duda alguna la Champions League es prioridad. Por lo tanto, en caso de no cumplirlo el joven de 23 años podría partir gratis en junio de 2024.

De la misma forma, según el medio anteriormente mencionado, el tema refuerzo era muy importante para Mbappé, sobre todo para poder solventar el proyecto deportivo. Sin embargo, durante este mercado el PSG no sorprendió y más bien pasó inadvertido. De hecho, de los nombres rimbombantes que sonaron, como Lewandowski, Bernardo Silva o Milan Skriniar, no llegó ninguno.

Esto habría incomodado al francés, quien en una conferencia de prensa evadió una de las preguntas respecto a si el mercado que había realizado la dirección deportiva se correspondía con las promesas que le había hecho Al-Khelaïfi para materializar su renovación. Una situación que deja en veremos su continuidad.

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