El fútbol francés nuevamente está en el ojo de la polémica. En menos de tres meses, la Ligue 1 ha sufrido varios hechos de violencia que preocupan en el país europeo.
El primero de ellos ocurrió el pasado 22 de agosto en el duelo entre el Niza y el Olympique de Marsella. Todo comenzó cuando la barra local comenzó a lanzar objetos contundentes contra los jugadores visitantes. Allí, Dimitri Payet, jugador del OM, tomó una botella que le fue arrojada y la devolvió a las tribunas, lo que provocó la furia de los fanáticos.
La parcialidad respondió lanzando más proyectiles y finalmente invadió el terreno de juego para agredir a los jugadores visitantes. El descontrol fue tal, que Jorge Sampaoli, técnico del Marsella, intentó agredir a los ultras del Niza.
¡URGENTE! Los hinchas del Niza ingresaron al campo de juego para agredir a los de Marsella en la #Ligue1xESPN. pic.twitter.com/Vp7iAKvMgW
— SportsCenter (@SC_ESPN) August 22, 2021
A menos de un mes del denominado Escándalo de Niza, el clásico entre el Lens y el Lille se vio empañado por hechos de violencia. Barristas del equipo local saltaron a la cancha para agredir a los fanáticos del campeón defensor.
En octubre nuevamente la violencia nuevamente se tomó la Ligue 1. Otra vez con el Olympique de Marsella como protagonista. En el duelo entre el equipo dirigido por Jorge Sampaoli y el Paris Saint-Germain, hubo alrededor de 20 detenidos luego que cientos de hinchas intentaron ingresar al estado cuando este ya había cerrado las puertas. Esto obligó la intervención de las fuerzas de orden, quienes repelieron a los aficionados con gases lacrimógenos.
Además, durante el encuentro, al interior del estadio, fanáticos locales lanzaron proyectiles contra los futbolistas del PSG en cada tiro de esquina. Por si fuera poco, un hincha burló la seguridad e ingresó a la cancha para interrumpir una jugada de ataque de Lionel Messi.
El último acto de violencia ocurrió este domingo cuando Dimitri Payet recibió un botellazo y obligó la suspensión del compromiso entre el Lyon y el Olympique de Marsella. El futbolista del OM se dispuso a patear un tiro de esquina y los fanáticos locales lanzaron el objeto que terminó golpeando la parte posterior de su rostro.
La violencia se apoderó de la Ligue 1. En apenas tres meses el fútbol francés ha sufrido escándalos extrafutbolísticos que parecen estar lejos de terminar.