Poco a poco el Barcelona ha logrado resurgir tras la llegada de Xavi. La escuadra azulgrana ha escalado puestos en la Liga y actualmente marcha quinto con 31 puntos, a uno de meterse en puestos de clasificación a Champions League.
Ese es el objetivo prioritario y realista del Barça para lo que resta de la temporada 2021-22. La otra forma de acceder al máximo certamen continental del Viejo Continente es ganar la Europa League.
Aunque lo más importante es que, de acceder a la próxima edición de la Champions League, los culés se librarán de sufrir una penalización por parte de uno de sus patrocinadores.
Nike, más importante sponsor de Barcelona renovó contrato con los azulgrana en 2016, incluyó un denominado bonus-malus. Esta cláusula indica que si el Barça no está en el bombo de la Champions 2022-23, se reducirá automáticamente el pago de la marca estadounidense al club.
Si bien se desconoce la cifra del ajuste, en Europa ya hay casos similares: Adidas tiene una cláusula que le permitirá recortar en un 30% el pago a Manchester Unitedsi durante dos años seguidos no accede al torneo continental.
Las penalizaciones de Nike no son nuevas en Barcelona. La reconocida marca deportiva ya aplicó sanciones monetarias al club por incumplimientos relacionados al rendimiento del primer equipo o compromisos de marketing. El Barça suma un nuevo lío, esta vez fuera de la cancha.