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Un clásico caliente protagonizaron The Strongest y Bolívar en la jornada 6 del campeonato boliviano. El duelo, en el que se impuso La Academia por la cuenta mínima, fue intenso, donde los dos equipos, como es habitual en un clásico, querían quedarse con la victoria. Sin embargo, hubo un jugador que tuvo un exceso de intensidad, la cual le provocó una expulsión que puede significar una dura sanción. 

Nos referimos al uruguayo Rodrigo Amaral, quien arribó durante este año al The Strongest. Y es que el futbolista tuvo una fuerte discusión con uno de los jueces de línea, quien recibió empujones del jugador, por lo que tuvo que interceder la policía. Amaral, tras esta situación, que se dio al final del partido, fue expulsado por conducta violenta y según el medio El Deber el uruguayo podría recibir una sanción de entre 6 meses a un año.

Tras el hecho, Victor Hugo Chambi, presidente de la Asociación Boliviana de Árbitros de Fútbol, y publicó el video del hecho con el siguiente mensaje: “El jugador No. 20 del club The Strongest, Rodrigo Amaral figura como expulsado por conducta violenta. El árbitro consignará las acciones, gestos y otros incidentes en su informe y será el TDD de la FBF la que determinará el tiempo o cantidad de partidos de suspensión”. 

Y es que el reglamento del fútbol boliviano es claro en cuanto a sanciones por este tipo de acciones: “El jugador que fuera expulsado del terreno de juego por agredir de hecho y por cualquier medio a los oficiales del partido será sancionado con la suspensión de seis (6) meses a un (1) año calendario siempre que el acto no causare daño físico o impedimento al afectado”.

Aunque la sanción podría ser aún mayor, aún así si el juez de línea considera que las agresiones fueron graves: “Si la agresión provocare daño físico grave e impedimento a la víctima; la sanción será elevada a dos años calendario. Si la agresión ocasionare daño físico gravísimo, e impedimento a la víctima o consistiere en reiterados golpes de puño, puntapiés, cabezazo o uso de algún instrumento, la sanción será definitiva”.

Pero la situación que protagonizó el uruguayo de 24 años no solo quedó en la agresión, ya que tras ser expulsado se dirigió a la cámara de la transmisión oficial e hizo gestos indicando claramente con que el partido estaba arreglado y que los árbitros recibieron dinero. Debido a esto, la sanción podría aumentar aún más: “Estas sanciones también se aplicarán a las agresiones realizadas fuera del terreno de juego, en el intermedio o a la conclusión de un partido de fútbol, no siendo necesaria para el efecto la expulsión del agresor. La tentativa o agresión frustrada, será sancionada de uno a tres meses de suspensión”, detalla el reglamento.

 

 

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