Un nuevo informe de Amnistía Internacional sobre la situación laboral en Qatar, vuelve a poner en la mira el abuso que existe con los trabajadores extranjeros en el país asiático. Jornadas de doce horas sin días libres durante meses e incluso años o multas por dejar el puesto para ir al baño son algunas de las denuncias del organismo.
La investigación recopiló 34 testimonios de extranjeros que estuvieron o están trabajando en alguna de las ocho empresas de seguridad estudiadas, de las cuales tres proporcionaron servicios a torneos de la FIFA.
En el documento, titulado “Piensan que somos máquinas”, los afectados denunciaron, entre otras cosas, que tenían que trabajar cerca de 12 horas diarias durante la semana, pese a la legislación qatarí que solo permite 60 horas en siete días.
De hecho, un trabajador keniata acusó haber trabajado en esas condiciones sin tener ningún día libre en seis meses. En tanto, otro bangladesí dijo estar bajo la misma dinámica, pero durante tres años. Ambas situaciones son ilegales de acuerdo a lo consignado en la ley qatarí, las cuales permiten al menos un día libre a la semana. Asimismo, indicaron que tras las 12 horas de trabajo, tenían que asistir a otras ocho de capacitación.
Por otro lado, en el informe se denuncia que quienes se tomaban un día libre o iban al baño sin pedir permiso eran multados económicamente, con un descuento en sus sueldos mensuales.
Asimismo, la ONG denunció otros tipos de abusos, por ejemplo, en cuanto a los alojamientos, los cuales se daban en condiciones de hacinamiento e insalubridad. En el mismo sentido, comentaron que los trabajadores hacían sus labores expuestos al sol durante largas horas (algo restringido por la ley en los meses más cálidos desde 2017), también ocurría discriminación salarial o de tareas según la raza, el impago de horas extras o impedimentos para acogerse a bajas por enfermedad.
Finalmente, al final del informe, la ONG reconoció que de cara a la celebración de una nueva Copa del Mundo, Qatar ha implementado importantes reformas laborales para evitar los abusos en el sistema de “kafala” o patrocinio que rige para los trabajadores inmigrantes en el país.