La Asociación de AFP publicó un estudio con respecto a los efectos potenciales que tendría un cuarto retiro de fondos previsionales. Según la entidad, si se concreta esta iniciativa, profundizaría la desigualdad e impactaría duramente a las mujeres y jóvenes.
Según explicaron, tras los tres sucesivos retiros de fondos del 10% de los ahorros previsionales, se estima que el 20% de los afiliados actualmente no dispone de ahorros previsionales en sus cuentas individuales, por lo cual no estarían habilitados para acceder a un cuarto proceso de retiro de fondos. Ese porcentaje equivale a 2.132.056 personas, puntualmente 796.622 hombres y 1.335.434 mujeres.
En este sentido, un cuarto retiro de los fondos generaría que otros 2.420.766 afiliados retiren el total de sus ahorros previsionales, lo que significa que 4.552.822 afiliados se quedarían sin ahorro para su pensión futura.
De ese total, un 44% corresponde a hombres y un 56% a mujeres. De esta forma, las mujeres siguen siendo las más perjudicadas por los retiros anticipados de ahorros previsionales, lo que tendrá un fuerte impacto en su pensión futura.
Contemplando los tres retiros del 10% ya efectuados, se estima que el monto de las pensiones de las mujeres caería en promedio un 33,3%, mientras que los hombres verán caer el beneficio en 24,3% ¿La razón? Debido al diseño de cada uno de los procesos de retiros, con un mínimo de UF 35 y un máximo de UF 150, los afiliados más afectados son aquellos de bajo ingreso imponible y pocos años cotizados, como ocurre con las mujeres.
En el caso de los jóvenes, también se proyecta un grave daño futuro en su ahorro previsional por cuanto el ahorro de los primeros años de cotización es el que recibe la mayor rentabilidad en las inversiones realizadas por las administradoras. Al retirar sus ahorros, los afiliados jóvenes verán mermada su pensión futura.
Por otra parte, los retiros anticipados de fondos obligan a la liquidación de inversiones locales, lo que impulsa una mayor tasa de interés de los instrumentos de renta fija nacional. Esto se traduce en una caída en la valorización de los fondos más conservadores, principalmente los Fondos D y Fondos E, impactando en el ahorro previsional de los trabajadores.