Banco Central
Agencia Uno
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El Banco Central de Chile publicó este miércoles el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre de 2021, en el que destaca que la economía chilena ha experimentado una rápida recuperación de la recesión provocada por la pandemia del Covid-19, recuperación que ha superado ampliamente las expectativas.

El documento señala que esto ha sido gracias a la adaptación de empresas y personas, la vacunación, junto al “mayor despliegue de medidas de política que se haya conocido en Chile frente a un shock exógeno, así como por un entorno internacional marcado por la acción simultánea de contención de la crisis, liderada por los bancos centrales y otras autoridades de las mayores economías del mundo.”.

No obstante, advierte que la ampliación y persistencia de algunas de las medidas locales, combinada con una alta propensión de los hogares a consumir los recursos recibidos, ha tenido un impacto en el gasto privado que ha superado todas las previsiones.

Así, el escenario central del IPoM de septiembre estima que el crecimiento para este año aumenta a un rango de entre 10,5 y 11,5% (8,5 y 9,5% en junio). De acuerdo con el documento, este aumento responde a datos efectivos superiores a lo esperado en el segundo trimestre y a una importante revisión al alza de la trayectoria del consumo.

Pese a que se anticipa también un mayor nivel de gasto para el próximo año, la mayor base de comparación resulta en un rango de crecimiento estimado para el 2022 más bajo (1,5-2,5%). Hacia el 2023, dice, la paulatina desaparición de los efectos de la política fiscal y la acción de la política monetaria reducen el rango de crecimiento estimado para dicho año (1-2%).

En este escenario, se estima que la brecha de la actividad ya se cerró producto del mayor dinamismo de la demanda, volviéndose significativamente positiva durante la segunda parte del año y por buena parte del 2022. Hacia el 2023 la brecha retornará al equilibrio.

El IPoM destaca, asimismo, que la revisión al alza del consumo privado es el principal factor tras la corrección de crecimiento del 2021. Este comportamiento del gasto, junto con los datos en el margen, dio cuenta de que la porción que se está consumiendo de los recursos disponibles —ingresos habituales, IFE y retiros previsionales— superó significativamente lo previsto en junio, lo que lleva a reevaluar dicho supuesto. Además, se incorpora a la proyección que los recursos disponibles para el consumo de los hogares serán mayores debido a la ampliación anunciada de las transferencias fiscales —extensión del IFE universal e IFE laboral.

Inflación

“En cuanto a las proyecciones de inflación de corto plazo, éstas se revisan al alza de manera importante por el fuerte dinamismo del consumo, la depreciación idiosincrática del peso, los mayores precios internacionales de los combustibles y una oferta global y local que aún no logra reponerse del todo”, señala el informe.

En el escenario central, la inflación anual del IPC culminará el año en 5,7% (4,4% en junio), manteniéndose en cifras por sobre 5% durante la primera mitad del 2022 explicadas también por el alza del componente volátil de los precios de la energía y los alimentos.

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