La Asociación de Isapres dio a conocer el balance consolidado del sector a septiembre de 2021, escenario que registra pérdidas durante el último año, y donde el tercer trimestre ha sido el más complejo desde su creación, sumando pérdidas por $138.088 millones.
Lo anterior se debe al congelamiento de precios en los planes que aún está vigente, la judicialización, y el explosivo aumento de las licencias médicas, entre las que se encuentran aquellas que se incorporaron por efecto del Covid-19, no anticipadas y que fueron financiadas por las Isapres. A esto se suma el creciente uso fraudulento de permisos que ha motivado la presentación de querellas por parte del Estado y las Isapres.
Gonzalo Simón, presidente del gremio, recordó que la situación que enfrentan las Isapres afecta a todo el sistema de salud en su conjunto. “Hoy el sistema privado prestador – que es financiado en más de un 60% por las Isapres- atiende no solo a los afiliados a las Isapres si no que a más de 10 de millones de personas cada año, por lo tanto, su sostenibilidad es prioritaria para todos los usuarios, prestadores y el sistema de salud en su conjunto”, explicó.
En esa línea, Simón, hizo un llamado a los distintos actores regulatorios, judiciales y gubernamentales para que se cumpla la institucionalidad vigente, proporcionando así mayor certeza a los usuarios y al sistema, agregando que, “no obstante la situación actual es compleja, aspiramos a que funcione la institucionalidad que permitirá al sistema dar cumplimiento a los beneficios pactados”.
A septiembre de este año, el costo de las licencias ha aumentado en más de un 30,2% respecto al mismo periodo de 2020, tendencia que afecta a todo el sistema de salud, tanto público como privado. Se estima que para este 2021, el gasto en licencias médicas superará el 1% del PIB del país, escalando a $709.000 millones o al equivalente de un 41,8% de la cotización legal, siendo uno de los principales factores que llevaron a este negativo escenario.
El presidente de la Asociación de Isapres hizo un llamado a continuar fiscalizando el buen y correcto uso de las licencias médicas, indicando que “es necesaria una nueva institucionalidad pública que esté a cargo de la operación del sistema de licencias médicas, de perfil técnico y con financiamiento, de modo que se resguarden los recursos, cumpliendo con el objetivo de este beneficio, que es recuperar la salud de los trabajadores”.
Otra razón que explica este negativo resultado es la Ley N° 21.350 que congeló los precios de las Isapres para los años 2020 y 2021, manteniendo los valores del año 2019, mientras que los costos de prestaciones de salud y licencias médicas aumentaron durante el período 2019-2021 en $370.000 millones, de los cuales $98.000 millones corresponden a prestaciones de salud y $273.000 millones al Subsidio por Incapacidad Laboral (SIL).
El gremio explicó que el gasto en prestaciones de salud recuperó su dinámica de crecimiento al combinar la atención Covid con el resto de la patología, durante 2021, acumulando $ 1.551 mil millones entre enero y septiembre, comparado con $ 1.266 mil millones el año anterior y $ 1.453 mil millones de 2019.
El resultado acumulado a septiembre de 2021 de las Isapres son los siguientes: Banmédica con -$ 35.438,5 millones; Consalud con -$ 60.247,2 millones; CruzBlanca con -$ 33.854 millones; Colmena con -$ 4.330,1 millones; Nueva Masvida con -$ 3.759,4 millones y Vida Tres con -$ 459,6 millones.
Al revisar los resultados del tercer trimestre de 2021, se verifica que la tendencia es más compleja debido a que las pérdidas van en aumento en cada trimestre, totalizando -$138.088 millones.
Finalmente, y en contexto con lo anterior, Gonzalo Simón señaló que, “el sistema privado es un aporte fundamental en la Salud de los chilenos y las Isapres participan de modo relevante en permitir un adecuado financiamiento de los prestadores privados, quienes, a su vez atienden a millones de chilenos del sector privado y público de salud. Por lo tanto, estos resultados no son una buena noticia para nadie”.