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Banco Central
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El Banco Central publicó este miércoles el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre de 2021, el que destaca que la economía chilena ha mantenido una senda de fuerte expansión, liderada por el consumo privado.

“Con esto, el crecimiento de 2021 superará lo previsto en septiembre, cerrando el año con niveles de actividad significativamente superiores a los previos a la crisis, así como a su potencial estimado”, indica el comunicado.

El informe estima que la economía crecerá entre 11,5 y 12,0% este año, rango que se ubica por sobre lo estimado en septiembre pasado (entre 10,5 y 11,5%), “reflejo del mayor dinamismo del gasto, con ajustes importantes al alza en el consumo privado y la inversión en maquinaria y equipos”.

De acuerdo con el documento, el mayor gasto interno ha llevado que el crecimiento del PIB chileno esté dentro de los más altos del mundo, pero al mismo tiempo significa que la economía está operando muy por sobre su capacidad de corto plazo, exacerbando las presiones de costos y precios.

En cuanto a las previsiones para 2022 y 2023, el IPoM señala que las tasas de expansión anual de la economía tendrán una importante reducción. Para estos años se proyecta que la economía crecerá entre 1,5 y 2,5%, y entre 0,0 y 1,0%, respectivamente.

Al respecto, advierte que, aunque en esta trayectoria es posible que se registren tasas de expansión negativas en algunos trimestres, el nivel de actividad que alcanzará la economía al final del período de proyección será similar al que se preveía en los Informes de junio y septiembre de este año.

Inflación

El informe indica considera que la inflación total se mantendrá en torno a 7% por algunos meses, para luego comenzar a descender hasta ubicarse en 3% dentro del horizonte de política de dos años.

Agrega que, en el corto plazo, la proyección se revisó al alza respecto de septiembre pasado, respondiendo al sostenido dinamismo de la actividad y del gasto, la depreciación adicional del peso, el aumento ya registrado de los precios de la energía y otros precios volátiles y el efecto de la indexación.

En lo que dice relación con la inflación subyacente —el IPC sin volátiles—, el IPoM prevé que, hacia el primer semestre de 2022, alcanzará valores superiores a 6%, impulsado por la indexación y el traspaso de la depreciación cambiaria.

Además, se sostiene que, hacia el mediano plazo, un supuesto clave para la convergencia de la inflación a la meta es la resolución de los desequilibrios que presenta la economía. El escenario central de proyección supone que, durante los próximos dos años, el tipo de cambio real (TCR) se mantendrá por sobre sus promedios de los últimos 15 y 20 años.

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