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Los proyectos sostenibles ya no son solo un asunto medioambiental, sino también un desafío social y económico. En ese sentido y desde una perspectiva de riesgos, lo que hoy en día se conoce como riesgos ASG (Ambiental, Social y Gobierno Corporativo), para el mundo de los inversionistas y las empresas en general, se considera parte del retorno económico de las acciones de sostenibilidad.

 

Por tanto, incorporar la sostenibilidad al negocio, es tan directo como las exigencias de los inversionistas. Hoy, según la Encuesta global para inversores de PwC 2021, cerca del 70% de quienes invierten a nivel global, cuentan con una política de inversión ASG. Es decir, priorizan en empresas que muestran buen desempeño en estos factores. Mientras, otro 18% de inversionistas están en vías de desarrollo de su política de inversión ASG, quedando cerca de un 10% que no están considerando esta inversión. Por tanto, una buena gestión por parte de las empresas, posibilita la expansión a un mercado de financiamiento mucho más amplio y de mayor interés para quienes invierten.

 

“Hoy en día, la forma antigua de hacer empresa (solo por un fin económico) ha quedado obsoleta. Eso se debe a que han surgido nuevos intereses y exigencias de la sociedad,” comenta Francisco Cerda, Director de Gudcompany, quien también señala que, “muchas de las start ups formadas más recientemente, vienen con una corriente que va más allá de lo económico y es ahí donde muchas de ellas encuentran el éxito y consolidación. Eso es porque básicamente buscan satisfacer otras expectativas y necesidades, que las lleva a ser mejores, más rentables, sostenibles y socialmente legítimas.”

 

Desde la Agencia de Sostenibilidad Proyecta, advierten que en el corto plazo, un negocio puede parecer muy rentable y con buenas perspectivas económicas. Sin embargo, en el mediano o largo plazo, es indispensable considerar las variables ASG, debido a que son los mismos efectos del cambio climático los que pueden modificar las condiciones base en las que opera un negocio. No solo del punto de vista medioambiental, sino también, desde el punto de vista social.

 

“Cuando no se hace una buena gestión ASG, lo que la empresa está haciendo es aumentar el riesgo y con toda certeza, mirando parcialmente una situación que puede ser mucho más compleja. Entonces desde la perspectiva de un inversionista, involucrarse en un negocio sin considerar esas variables ASG es mucho más arriesgado porque es posible que el negocio sufra consecuencias desde lo social, el medio ambiente y la gobernanza”, explica Andrés Sepúlveda, Co Fundador de Proyecta y CEO de Tero APP,  finaliza añadiendo “si tú no haces una correcta gestión de los tres pilares, entonces lo que estás haciendo es hipotecar el futuro. Si lo haces, tendrás una mirada más completa y por lo tanto podrás tomar mejores decisiones.”

 

 

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