La semana pasada el Presidente Gabriel Boric entregó las indicaciones del proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales. En la instancia, la vocera de Gobierno, ministra Camila Vallejo señaló que la reducción “tiene que estar asociada a criterios de responsabilidad, de gradualidad, pensando también en la productividad de nuestro país, pero, sobre todas las cosas, una medida pro familia”.
De acuerdo a un ranking de la OCDE, en cuanto a productividad por hora trabajada, Chile se posiciona en el número 36 de los 39 países pertenecientes; la lista es liderada por Luxemburgo, Noruega, Dinamarca, Suiza y Bélgica, donde los trabajadores doblan en productividad a los chilenos e incluso con jornadas laborales que no superan las 40 horas y en algunos casos, las 35 horas. ¿Cómo lograrlo?
Si bien la productividad se explica por múltiples variables, hoy existen nuevas formas y dinámicas para aumentar la eficiencia laboral; se habla de las metodologías Lean Management, que persiguen una mayor satisfacción empleando el mínimo de recursos posibles; también sobre el incentive marketing, una tendencia originaria de Estados Unidos, país donde la inversión en incentivos no monetarios es de $90 mil millones anuales, equivalentes a 0,5 del PIB, según el informe de 2016, Incentive Marketplace Estimate Research Study.
Esta última estrategia involucra a la gamificación, iniciativa que a través del juego motiva y premia el rendimiento laboral. En Chile está el caso de SAWA, startup creada en 2019 y que mediante un software permite aumentar la productividad de las empresas desde un 5% hasta un 20%.
“Adaptamos el software de acuerdo a los perfiles y objetivos de una empresa determinada. Luego, al igual que en un videojuego, cada trabajador tiene su propio avatar digital, un usuario que irá pasando etapas, logrando misiones, canjeando puntos, para luego recibir recompensas a medida que vaya cumpliendo sus metas laborales”, comenta Pablo Rioja, ejecutivo de SAWA, cuya plataforma ya cuenta con más de 40 mil usuarios y un catálogo para canjear “premios”, el cual tiene más de 3 mil productos, entre ellos electrodomésticos, libros, patines y hasta viajes.
“El impacto de la gamificación está muy estudiado en el mundo y su éxito se debe a que los juegos y la emoción de lograr una meta generan sensaciones y estímulos positivos que el cuerpo va recibiendo de manera constante mientras se desarrolla el juego”, precisa el ejecutivo, explicando que esto ocurre “por la liberación de diferentes neurotransmisores, entre ellos la dopamina, conocida como ´la hormona de la felicidad y el placer’, la que aumenta su producción al recibir una recompensa. Este mismo estado de “felicidad” es el que experimentan los colaboradores, dispuestos desde entonces a trabajar más contentos y con mayor satisfacción. Es el resultado del ´circuito de las recompensas`”.
En 2018 un estudio del National Center for Biotechnology Information, NCBI, de Estados Unidos, destacó que la “gamificación” en el entorno laboral puede mejorar los resultados de las empresas hasta en un 20% y aumentar el compromiso de los trabajadores en un 30%.