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kiwiControl de heladas y de lluvias, menor estrés en las plantas y fruta de mejor condición y tamaño serían algunas de las ventajas del uso del plástico. Una de las limitantes, sin embargo, sería la polinización, tema que puede resolverse mediante el uso de polen artificial y plásticos retráctiles.

Las coberturas plásticas podrían ser la respuesta para controlar las heladas y lluvias, así como disminuir el estrés en las plantas, y obtener kiwi de mejor condición y tamaño. Aunque la polinización sería un tema a resolver, mediante el uso de polen artificial y plásticos retráctiles. Todo esos temas serán evaluados en un PDT-Corfo que dura dos años, y sobre el cual Christian Abud, Director Gerente de C. Abud y Cía., empresa a cargo del proyecto e integrante de la Comisión de Producción del Comité del Kiwi, entregó mayores detalles.

-¿Cómo nace la idea de usar coberturas de plásticos en el kiwi amarillo para el control de la Psa?

R. El estudio y la experiencia de los plásticos nacen a partir del trabajo que ha realizado el departamento técnico de uva de mesa de la exportadora Subsole. Ellos llevan cuatro años trabajando con cubiertas de plástico con muy buenos resultados. Christian Abud y Cía., inició los estudios del plástico en el kiwi el año pasado en dos huertos: uno amarillo Psa positivo variedad Jintao y otro de variedad Hayward.

Observando los resultados obtenidos, tanto en el control de la Psa como en los atributos que le entrega a la fruta, decidimos postular a un Programa de Difusión Tecnológica (PDT)-Corfo, en el ámbito del I+D+i (Departamento de Investigación, Desarrollo e Innovación) de la compañía, proyecto que fue adjudicado la última semana de junio.

En el proyecto llamado: “Estudio del impacto de los cobertores plásticos en el kiwi amarillo, variedad Jintao, en la contención de la Psa”, participan también 29 empresas beneficiarias de distintas zonas de las regiones VI y VII y dos empresas colaboradoras, la exportadora Subsole y la familia Alessandrini. Además contamos con el apoyo del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y del Comité del Kiwi.

La Psa, conocida también como cancro bacteriano del kiwi, es una bacteria que destruye el sistema de absorción de nutrientes y de agua, lo que puede llegar a provocar la muerte de las plantas, ya que no tiene cura

-¿De qué manera el plástico puede ser una herramienta para prevenir el ingreso de la Psa en los huertos de kiwi?

R. La gran hipótesis que nosotros nos planteamos es que la Psa hoy en Chile y en el mundo, se está abordando mediante dos líneas de trabajo: contención-convivencia. La primera tiene como propósito que la bacteria no entre al huerto, lo que se logra con la puesta en marcha de las medidas de prevención. Sin embargo, la experiencia nos indica que por mucho que se realicen todos los trabajos de profilaxis, no se logra evitar en todos los casos el contraer la enfermedad. Entonces pensamos que nuestra realidad debe apuntar tener una herramienta para a la convivencia y por esto, decidimos buscar formas que permitan hacerla eficiente y económicamente sustentable.

La otra línea es buscar variedades resistentes y hacer un desarrollo genético, pero para esto se necesitan capitales muy altos y como país aún estamos atrasados a diferencia de nuestros competidores que han invertido en esta área. Un buen ejemplo de ello, es la obtención por parte de Nueva Zelandia de la variedad G3.

-¿Cuáles son los grandes factores por los cuales la bacteria penetra en las plantas y finalmente logra dañarla?

R.-Para nosotros el primer gran tema son los eventos de heladas. El segundo gran factor son las lluvias -lluvias más viento-, estas últimas generan el ambiente propicio para que la Psa ingrese en la planta del kiwi. El tercer gran tema, es el estrés por condiciones ambientales y de manejo de huerto desfavorables. No se debe olvidar que el kiwi proviene de un clima subtropical lluvioso con una alta humedad relativa y acá en Chile gran parte de su crecimiento y desarrollo se da bajo un clima mediterráneo, con primaveras y especialmente veranos secos, factores que determinan que la planta por mucho que esté bien irrigada, se estrese.

-¿De qué manera el plástico puede ayudar a controlar estas variables?

R.- Primero que todo, el plástico es un gran controlador de heladas. La experiencia de Subsole en uvas ha demostrado que mantiene a la planta en condiciones térmicas muy benéficas, lo que permite controlar una parte importante del clima. Por lo tanto, el primer factor condicionante estaría bajo control.

Segundo, al ser plásticos de uso permanente, se evita el problema de la lluvia. La planta está durante todo el año bajo un régimen de cero lluvia y este es otro factor que nos permite convivir mejor con la bacteria.

Tercero, los plásticos tienen filtro UV, tecnología que permite conservar mejor el ambiente interior, lo que hace que la planta no se estrese en verano y crezca y se desarrolle mejor. Esto tiene un efecto positivo en la parte productiva de la planta del kiwi.

Lo que se ha visto con el uso de los cobertizos de plásticos en kiwi, en nuestro primer año de ensayo, es que le genera una serie de atributos a la planta, que son relevantes para obtener un mejor calibre de frutos y una mejor cosmética. No hay golpe de sol, que es uno de los grandes problemas que se observa en las variedades amarillas. Se logra un alto porcentaje de fruta exportable, sobre el 90% de fruta CAT1 o la de mejor categoría. Esto se traduce en kiwi de mejor calidad y mejor precio, lo que es muy positivo para el productor.

Esto ya se ha visto en las parcelas experimentales y esta temporada se va a estudiar en 40 hectáreas de Hayward, Enza Gold, Summer Kiwi, Jintao y Hongyang (kiwi rojo).

-¿Cuáles sería las principales limitantes del uso de las coberturas de plástico en el kiwi?

R.- De acuerdo a la experiencia de lo que ha sucedido con la uva de mesa y a diferencia de lo que se pensaba, no hay mayor riesgo de Botrytis o problemas fungosos, al contrario, hay un mayor control de la humedad relativa y un ahorro de cerca del 20% en el consumo de agua.

Nosotros vamos estudiar este tema como un adicional al objetivo principal, se va a monitorear el riego a través de sondas con telemetría tiempo real de forma permanente en huertos de la misma especie con y sin plástico. Vamos a tener las curvas de extracción de agua para ambos casos. Y lo mismo en el tema nutricional, vamos hacer un monitoreo con más de 42 mediciones de las plantas que están sometidas al plástico versus las que están sin plástico. También se va a ver el tema de la poscosecha del kiwi con el equipo de Subsole. En relación a la Psa, el trabajo analítico se realizará con el apoyo del INIA, con las investigadoras Paulina Sepúlveda y Silvana Soto.

-¿Qué pasa con la polinización, es un factor limitante el uso de plásticos?

R.- Una de las grandes limitantes del uso del plástico está en el tema de la polinización por abejas. Los cobertores interfieren en la longitud de onda que orienta a la abeja. Eso genera que no polinicen adecuadamente. Se ha medido y se tiene experiencia respecto de ello. En este caso se puede utilizar polen artificial o bien, en el minuto de la polinización, enrollar el plástico, al igual como se hace con los cerezos, así se evitan los problemas de polinización. Como es un tema que nos preocupa, vamos hacer ensayos de polinización artificial y ensayos con bombus (polinización con abejorros).

-¿Cuáles son los costos asociados a esta tecnología?

R.- Los costos asociados son de US$ 17 mil por hectárea, si bien es un costo inicial alto, se recomienda principalmente para las variedades amarillas y para control de Psa en kiwi. Sin embargo, este costo adicional hoy se pagaría por los mayores atributos y calidad que logra la fruta.

Este ensayo va a durar dos temporadas, recién ahí se podrán obtener conclusiones reales de sus beneficios, pero tenemos la convicción que será un aporte a la industria frutícola.

Fuente: SimFruit y SAG

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