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fruticolaPese a los positivos resultados, existe conciencia de que hay desafíos que enfrentar.

Sumando y restando, la última temporada fue positiva para la fruticultura del Maule. Los altos volúmenes de producción conseguidos -especialmente de cerezas y arándanos- y la consolidación de mercados importantes como China, compensaron los precios que esta temporada fueron más bajos que lo esperado.

Un buen ejemplo es lo que pasó con las cerezas en China, donde se dieron valores muy por debajo de lo que estaban acostumbrados los chilenos. La causa fue, por un lado, que mucha fruta no llegó en condiciones óptimas, pero también afectó el alto volumen de cerezas que se envió.

“Al menos en el sur de China se está reaccionando al volumen, por lo que habrá que buscar la forma de descomprimir ese mercado y avanzar hacia otros lugares, especialmente al interior, donde existe una demanda que está sin satisfacer”, indica Isabel Quiroz, directora ejecutiva de iQonsulting.

Los arándanos también presentaron problemas de calidad, principalmente como consecuencia de eventos climáticos -como lluvias y altas temperaturas-, lo que derivó en que los precios cayeran en EE.UU.y Asia.

“En Europa, en cambio, si bien se registraron algunos casos de fruta con problemas, no se notó mayormente en términos de precios. De hecho, éstos en general fueron similares a los de la temporada anterior”, dice Isabel Quiroz.

El panorama para las manzanas tampoco fue fácil, ya que los vaivenes de temperatura afectaron su toma de color y disminuyeron su vida de poscosecha. A ello se agregó que los mercados han contado con altos volúmenes de fruta local, especialmente en Europa y EE.UU. Y, si bien se esperaba que la situación podría mejorar, hasta ahora no ha ocurrido. “Por lo mismo, creo que la situación será súper difícil esta temporada, debido a que vamos a tener muy poco tiempo para mover nuestros volúmenes de Gala, que en los mercados de destino comienzan a aparecer a finales de agosto”, añade Isabel Quiroz.

Agrega que otras variedades como Pink Lady y Fuji deberían tener su espacio. “En el caso de la Fuji, por ejemplo, deberíamos tener un mercado taiwanés demandante. Pero esto es solo para la Fuji de buena calidad. La otra tendrá que quedarse en Chile”, dice.

La especialista enfatiza que la última temporada deja varias enseñanzas que hay que incorporar. “Afuera se sabe que nuestra fruta presenta problemas de consistencia, lo que en todo caso es muy distinto a tener fruta de mala calidad. Por lo mismo, es súper importante que se tomen las medidas para que esto sea cada vez menos frecuente”, dice.

Su preocupación apunta especialmente a lo que pueda pasar en las próximas temporadas, especialmente en China, donde hasta hace unos años, hablar de la fruta chilena era sinónimo de alta calidad. “Este año, en cambio, experimentamos grandes problemas con la calidad de las cerezas. El problema es que en este mercado se pagan altos precios, por lo que los riesgos también son importantes”, sostiene.

En ese contexto, Isabel Quiroz enfatiza la importancia de incorporar la alta variabilidad que sufre el clima.

Por lo mismo, hace un llamado a los productores a tomar conciencia: “Esta es una situación que llegó para quedarse, por lo que es importante tomar las precauciones para enfrentarla. Para ello se pueden utilizar variedades más aptas a climas de altas temperaturas, realizar inversiones en cubiertas o infraestructura para mojamientos especiales o contar con la posibilidad de disminuir la temperatura en el entorno del árbol, entre otras cosas”.

Fuente: Revista del Campo, El Mercurio

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