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Julio-KalazichEn el marco del aniversario 52 del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), su Director Nacional, hizo un balance del último año resaltando que en 2015 el INIA ejecutó 341 proyectos en el ámbito del cambio climático, recursos genéticos, gestión hídrica, agricultura sustentable, alimentos saludables y transferencia tecnológica. Además, capacitó a extensionistas y llegó en forma directa a más de 28.700 agricultoras y agricultores. Generó e inscribió 6 nuevas variedades, con las que superó las 270 y se consolidó como la institución que más variedades de alimentos chilenos ha aportado al país.

“Hoy estamos cumpliendo 52 años de vida y en los años que vienen seguiremos apoyando a los agricultores para enfrentar desafíos como el cambio climático y el desarrollo sustentable e inclusivo del agro, en este nuevo escenario productivo que exige producir más alimentos, de mejor calidad, e incluso con propiedades benéficas para la salud, con un eficiente uso del agua, con menos agroquímicos y cuidando el medioambiente”.

De esta manera el Director Nacional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Julio Kalazich, resumió los nuevos retos que tiene de esta institución, dependiente del Ministerio de Agricultura, creada el 8 de abril de 1964.

“En los años que vienen seguiremos cumpliendo a cabalidad nuestro rol de entregar información objetiva, imparcial y confiable, mejorando cada vez el acceso a la información y ampliando los canales de comunicación; continuaremos generando paquetes tecnológicos para los distintos rubros que hoy están enfrentados a nuevos escenarios, de escasez de agua, mayor incidencia de malezas y plagas, entre otros problemas. Además, trabajaremos con mucho ahínco para que el país cuente, lo antes posible, con las primeras variedades de manzanas y cerezas chilenas y con nuevas alternativas en trigo, avena, arroz, papa, uva de mesa, entre muchos otros productos y semillas, que permitan seguir desarrollando con éxito la producción agroalimentaria nacional”, afirmó.

Balance 2015

Al hacer un balance del último año, el Director de INIA dijo que siguiendo los lineamientos ministeriales de reducir las brechas de desigualdad y agregar valor a la producción, en el año 2015 el INIA realizó las siguientes actividades:”Ejecutamos 145 proyectos de Transferencia Tecnológica enfocados de manera prioritaria hacia la Agricultura Familiar. Pusimos en marcha 12 Programas Territoriales y aumentamos en un 60% los Grupos de Transferencia Tecnológica (GTT), pasando de 35 GTT en 2014 a 56 grupos GTT a fines del año pasado y pronto llegaremos a cerca de 80 grupos en todo el país. Además, firmamos un histórico convenio de capacitación con INDAP que beneficiará a alrededor de 25.000 agricultoras y agricultores. También capacitamos a 90 extensionistas a través de un Curso de Metodologías de Extensión Rural vía e-learning, con el apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y otras instituciones”.

Kalazich indicó además que “considerando las actividades de extensión y capacitación, en 2015 el INIA llegó en forma directa a 28.731 agricultores y agricultoras, quienes asistieron a seminarios, simposios, días de campo, charlas, giras, entre otras actividades que organizamos para dar a conocer los avances de investigación y recomendaciones técnicas para los distintos rubros y territorios del país”.

En este mismo ámbito, de apoyo a los agricultores, en especial a la Agricultura Familiar, Kalazich subrayó que “el INIA cuenta con más de 100 estaciones agrometeorológicas funcionando y entregando información permanente a la Red Agroclimática Nacional (RAN) y a su vez a las autoridades, agricultores, asesores técnicos, estudiantes y a la comunidad”. Añadió que “junto con ello, el año pasado el INIA diseñó e implementó 143 unidades de colecta, acumulación y aprovechamiento de aguas lluvias y 3 sistemas atrapa nieblas, beneficiando decenas de familias campesinas”.

Asimismo, en conjunto con pequeños productores y otras instituciones, desarrolló proyectos para recuperar y potenciar el desarrollo de productos típicos como el Tumbo y el Locoto en el extremo norte del país, el aceite de oliva del Huasco y el copao en las regiones de Coquimbo y Atacama, el Tomate Limachino Antiguo en la zona central, la frutilla blanca de Nahuelbuta, las cerezas de Chile Chico y el calafate en la zona austral, entre otros.

Agregación de valor

Durante el año recién pasado, el INIA participó en 54 concursos o licitaciones públicas destinadas al co-financiamiento de la investigación, desarrollo e innovación, con 185 proyectos postulados. Además, presentó más de 200 trabajos científicos en diversos congresos nacionales e internacionales.

En cuanto al foco de la actual gestión, el Director Nacional del INIA indicó que “en 2015 ejecutamos 83 proyectos relacionados con Recursos Genéticos; 73 proyectos de I+D en Agricultura Sustentable; más de 40 iniciativas para medir y mitigar los efectos del Cambio Climático; cerca de 30 proyectos de Recursos Hídricos y uso eficiente del agua y más de 30 de Alimentos Saludables, que son el nuevo foco de la institución, junto con la difusión y transferencia de tecnologías y la cooperación internacional.

A modo de ejemplo mencionó proyectos como el de energías sustentables para zonas áridas, riego eficiente del tomate y mejoramiento de la competitividad hortícola en la región de Arica y Parinacota; desarrollo de un Centro de Análisis para mejorar la gestión de los recursos hídricos de la agricultura regional en Coquimbo; optimización del riego en huertos de nogales en períodos de restricción hídrica; conservación de especies endémicas, vulnerables y en peligro de extinción en la flora de Chile y respuesta de la vid ante el cambio climático; hortalizas baby y deshidratadas con energía solar y manejo biointensivo de plagas.

Más al sur destacan iniciativas como el desarrollo sustentable del palto; control del cabrito del arándano; investigación en residuos de plaguicidas, Producción Limpia en horticultura, mejoramiento genético de cerezo, trabajos en viticultura, en producción ovina tanto en la zona central como en el sur y la Patagonia, desarrollo de la quínoa y frutales como arándanos, murtilla, avellano europeo; cultivos tradicionales como el arroz, trigo, avena, además de forrajeras para la producción sustentable de leche y carne bovina y ovina.

Nuevas Variedades

El directivo resaltó que en 2015 se inscribieron seis variedades en el Registro del SAG. Cuatro nuevas:Platino-INIA, la primera variedad de arroz chileno especial para sushi y postres industriales; Júpiter-INIA, variedad de avena con alto contenido de betaglucano, un tipo de fibra dietética soluble que puede producir una disminución del colesterol y controlar la glicemia; Alboroto-INIA, nueva variedad de lupino blanco, que presenta el mayor rendimiento de proteína por hectárea del mercado y Rayún-INIA, una papa especial para la agroindustria y la elaboración de papas fritas en chips. Además, el SAG aceptó la inscripción definitiva de la variedad de lupino amargo Boroa-INIA y del trigo candeal Lleuque-INIA.

Estas nuevas variedades se suman a las más de 270 variedades creadas por el INIA, que ocupan importantes porcentajes del mercado nacional, lo que consolida al INIA como la institución que más variedades de alimentos chilenos ha aportado al país.

En este aspecto, Kalazich destacó también los envíos al exterior de la primera variedad de uva de mesa chilena INIA Grape One, en un esfuerzo conjunto con el Consorcio de Biofrutales y Andes New Varieties Administration (A.N.A.).

Inversiones

En cuanto a inversiones, el directivo indicó que “para modernizar la institución y permitir enfrentar los retos del presente y futuro, el Consejo del INIA, presidido por el Ministro de Agricultura, Carlos Furche, aprobó en 2015 la ejecución de obras en gran parte del país por más de 2.000 millones de pesos; y nuevas inversiones este año por más de 2.500 millones, que constituyen la más alta inversión en infraestructura y equipamiento que haya hecho el INIA en sus últimos 30 años, lo que demuestra la visión de futuro de nuestro Consejo”.

Propiedad Intelectual

En el ámbito de la Propiedad Intelectual y patentes, en 2015 el Ministerio de Agricultura y el INIA realizaron la primera versión del evento de premiación “Guardianes de la Mesa Chilena”, en donde se reconocieron a 17 investigadores y sus equipos de trabajo por la creación y registro de nuevas variedades, patentes e invenciones.

En relación a este tema, Kalazich infirmó que el año recién pasado, INIA, en alianza con la empresa nacional BioCruz, puso a disposición de los agricultores la tecnología del Bombus dahlbomii, polinizador autóctono de alta eficiencia para la agricultura nacional; inscribió la patente para la tecnología: “Uso de extractos de cuescos de palta extraídos por maceración y por reflujo con etanol como acaricida e insecticida”, importante insumo para el combate de plagas, en un contexto de agricultura ecológica para el país. Además, junto a la Universidad Católica solicitó a INAPI la patente por el control biológico de plagas en cultivo de paltos.

Por último, presentó una solicitud patente para una mano robótica para la cosecha de frutas, como resultado de un trabajo colaborativo entre la Universidad Católica de Lovaina de Bélgica e INIA de la Región del Biobío.

Publicaciones

Sólo en este último año el INIA generó más de 300 publicaciones científicas y divulgativas, destacando varios libros, boletines de arroz, paltos y el Primer Manual Interactivo para el Cultivo de la Papa, que considera una calculadora de fertilización, costos y rendimientos en papa y sistemas de alerta temprana para el control de enfermedades en papa, con más de 3.800 usuarios actualmente. Además, se elaboró un catálogo en línea sobre uso de plantas nativas.

Finalmente, el Director del INIA dio a conocer los premios recibidos por el INIA en 2015. En primer lugar, el Premio Enersis “Energía de Mujer 2015”, que recayó en la reconocida investigadora de INIA La Platina, Patricia Estay, quien recibió esta distinción junto a otras 11 mujeres destacadas de Chile. Además, el Premio “Ferrero Hazelnut Award Contest”, de 150.000 euros, que recibió en la Expo Milán 2015, el investigador de INIA Carillanca, Miguel Ellena, por su proyecto: “Mejora de la producción de avellanas mediante la incorporación de nuevas tecnologías para las zonas de producción más importantes del mundo”. Y el reconocimiento recibido por los investigadores Verónica Arancibia,

Francisco Tapia y la directora de INIA Intihuasi, Patricia Larraín, en el marco del evento internacional Sol & Agrifood 2015, realizado en la ciudad de Verona, Italia,tras obtener el prestigioso premio Sol D’ Oro Hemisferio Sur con el aceite “INIA 50 años”.

Fuente: SimFruit

 

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