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Hace años, la comunidad científica viene alertando sobre la rápida degradación de los recursos naturales del país. La erosión, la reducción de la calidad del suelo y la fertilidad en muchas áreas, la crisis del agua, subterránea y superficial, que afecta a las regiones del norte y centro del país, la contaminación de los alimentos y del medio ambiente, la resistencia a los pesticidas y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, son factores externos negativos de la agricultura moderna.

Esto ha llevado  a INIA a articular a investigadores y extensionistas en una Red de Agroecología para el desarrollo de prácticas agronómicas más amigables con el medio ambiente.

La inauguración de esta red se realizó en el marco de la Reunión Anual del Programa Nacional de Agricultura Sustentable y Medio Ambiente del INIA integrada por alrededor de 20 especialistas.

El propósito de la  red es fomentar y coordinar a lo largo del país,  las actividades de investigación y extensión en agroecología.

La agroecología es una disciplina científica orientada a conjugar la agronomía con la ecología, que por años han estado separadas. La agroecología, explica el Dr. Carlos Ovalle de INIA La Cruz  “considera los sistemas de cultivo o ganaderos como ecosistemas particulares, donde el medio natural ha sido  transformado por las prácticas agronómicas”. Estos agroecosistemas, destaca, “forman parte de un sistema mayor, el sistema alimentario que abarca la cadena productiva del productor hasta el consumidor en su contexto sociocultural. Pretende comprender el funcionamiento de tales sistemas alimentarios y encontrar un mejor equilibrio entre las regulaciones naturales y las intervenciones humanas, para concebir sistemas alimentarios más sostenibles”.

Durante los últimos cinco años, la agroecología ha sido  reconocida por distintos foros multinacionales, como la Asamblea General de las Naciones Unidas y FAO, y gobiernos nacionales (Brasil, Francia), entre otros, por ofrecer soluciones reales para los grandes desafíos que la agricultura está enfrentando hoy en día: alimentar la creciente población de nuestro planeta, con alimentos sanos, cuidando los recursos naturales y el medioambiente y al mismo tiempo promoviendo  la inclusión social. Además, la adopción de prácticas agroecológicas, orientadas a la mejora de la calidad del suelo y el aumento de la biodiversidad, contribuyen a la resiliencia contra los efectos del cambio climático.

Asimismo, destacó el especialista, “desde los años 30 aparece la agroecología como una disciplina científica que incorpora elementos de análisis de la ecología considerando los sistemas productivos como un agroecosistemas . En este contexto Carlos Ovalle, afirmó que se requiere desarrollar investigación y conocimientos en esta área. Enfatizó en la necesidad de contar con una “política agrícola, que fomente y oriente el desarrollo de este tipo de prácticas y un cambio de paradigma que tome en cuenta los valores de la sostenibilidad ya que el agricultor no solo es responsable de producir alimentos sino que tiene que hacerlo de  una manera sostenible”.

Cecilia Céspedes, investigadora de INIA Quilamapu, ha generado estudios bajo el modelo de la agroecología. Destacó que el INIA tiene un potencial enorme para desarrollar investigación y extensión en esta área. En la actualidad, destacó, existen prácticas agrícolas concretas. Pero, “se requiere validarlas bajo nuestras condiciones a través de la investigación. Se ha avanzado, pero tenemos un largo camino que recorrer en este aspecto y el INIA cuenta con especialistas en sanidad vegetal, Manejo Integrado de Plagas, control biológico, nuevas formas de fertilización en base a materia orgánica, compostaje, etcétera”.

Carlos Ovalle hizo un llamado a todos los investigadores y extensionistas interesados unirse a esta red, para hacer realidad en el país una agricultura más productiva pero a la vez más amigable con el medio ambiente.

Fuente: Portal del Campo

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