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nieve - Valle de CopiapóLa nieve acumulada en la cordillera debido a las últimas precipitaciones permitiría la recuperación de los cultivos y obtener fruta de mejor calidad.

Las precipitaciones caídas el fin de semana pasado son calificadas como una “lluvia bendita” por los agricultores de la zona. Esto porque tras cerca de 10 años de escasez hídrica, por fin pueden decir que cuentan con el agua asegurada para el riego la próxima temporada, lo que les permitirá no sólo sacar adelante su producción, sino también obtener fruta de buena calidad. De igual forma, de mantenerse estas condiciones, podrían incluso asegurar el recurso para los próximos tres años.

Por primera vez en mucho tiempo, además, un evento climático logra dejar tal nivel de nieve acumulada en la cordillera. Según el informe dado a conocer por la Dirección General de Aguas (DGA), en el sector de La Laguna, valle de Elqui, se acumula un total de 238 centímetros de nieve, mientras que en Vega Negra, en la cordillera de Monte Patria, provincia de Limarí, el total a la fecha es de 201 centímetros. Por su parte, la estación de Los Pelambres, en la provincia de Choapa, presenta un registro de 240 centímetros.

“Los agricultores de la región están absolutamente en un pie positivo, ya que hacía mucho tiempo que no existía una tormenta perfecta como la que sucedió a partir de la madrugada del día jueves”, sostuvoDaniela Norambuena, secretaria ejecutiva de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN).

En este sentido, agregó que “esto brinda una seguridad hídrica, por lo tanto debemos ya tener pie y confianza en que la próxima temporada se va a sacar adelante y en virtud a la calidad de la fruta, porque los cultivos se han visto muy dañados por la sequía en los últimos 10 años y hoy se les va a poder entregar una dotación hídrica de acuerdo a los manejos agronómicos que conlleva cada productor”.

Lo positivo de esto, señala la representante del gremio, es que al agricultor le va a permitir tomar decisiones importantes al momento de optar a la calidad del producto “y va a poder regar de acuerdo a la fenología y las necesidades del cultivo. Hoy pueden estructurar con mayor tiempo cómo van a entregar el agua en la próxima temporada, tienen una mayor certeza y programación de lo que se va a venir próximamente”.

Ahora será muy importante, dice Norambuena, lo que puedan hacer las organizaciones de regantes con respecto al uso eficiente del recurso hídrico. “La dotación hídrica va a continuar en restricción, puesto que aún estamos con un déficit. El régimen de restricción es importante para poder así ahorrar el agua y ojalá poder asegurar unas 3 temporadas”, puntualiza.

Cuentas alegres

Según cuenta José Eugenio González, presidente de la Junta De Vigilancia del Río Limarí y vicepresidente de la Comunidad de Aguas Embalse Paloma (Casep), visualmente se puede apreciar una gran cantidad de nieve, además que el caudal del río aumentó bastante. “Estábamos con 1.600 litros por segundo en Las Ramadas de Tulahuén antes de la lluvia y hoy estamos con un caudal de 3.500 litros por segundo, con un caudal cercano a los 10 metros cúbicos por segundo de entrada al embalse La Paloma”.

Esto no significa, advierte, que se vaya a llenar este embalse, “pero estamos acercándonos ya a un 30% y vamos bien, vamos con caudales muy buenos este año y todavía no empezamos el invierno”. De hecho, no descarta que se pueda llegar a un 50% de su capacidad. “Con la cantidad de nieve que hay y si llega a haber otro evento como este creo que podemos llegar a esa cifra, lo que significaría tener embalsados 375 millones de metros cúbicos”, precisa.
Además se trata de nieve sólida, que era algo que hace años no se veía, es decir, que permite que se mantenga acumulada por un periodo de tiempo más largo. “Este era el principal problema que tuvimos los últimos 8 o 10 años, nuestro drama es que no caía nieve. El principal embalse que tenemos es la cordillera de Los Andes, si nos falla estamos perdidos”, argumenta.

Lo que sí alerta es que como entidad quieren ser lo más objetivos posible e ir evaluando mes a mes cómo se va a presentando este escenario. “No queremos volvernos locos, porque también puede caer esta nevada y no caer más durante el año, porque los pronósticos eran bastante malos y esta lluvia no estaba considerada, apareció de repente e hizo un aporte bastante importante. Creo que vamos bien, pero hay que ir evaluando mes a mes, porque se ha dicho que no va a haber más lluvias y que va a ser un año normal a seco”, recalca.
De seguir con este nivel de resguardo, indica, podrían incluso asegurarse los próximos tres años, “independiente del agua que tenemos, nosotros nos estamos proyectando para que alcance para las próximas tres temporadas”, indica.

En el sur de la región fue donde el sistema frontal afectó mayormente. Luis Lohse, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Choapa, señala que la nieve caída les da mucha tranquilidad para lo que se viene, pero advierte eso sí que se deberá esperar que ocurre si es que existen próximos eventos que puedan contribuir a derretir con mayor rapidez estas reservas.

No obstante, indica que sí tendrían disponibilidad suficiente para la temporada que viene. “El año 2014 vivimos una situación muy difícil con una dotación sólo del 30% y subsistimos gracias a que fuimos muy ahorrativos, pero creo que este año andaremos bien porque además tenemos 3 pozos que podremos operar y agregar cerca de 350 metros cúbicos de agua”.
Es factible además que en el futuro puedan aumentar la dotación de agua que recibe cada agricultor, aunque aún no han definido en qué porcentaje. “Con un 30% de dotación pasamos con mucha dificultad, con un 40% aminoramos estas dificultades. Yo creo que podemos llegar al 50% de dotación que es un punto muy bueno. Pero lo importante es que vamos a tener riego”.

Por su parte la presidenta de la Junta de Vigilancia del Río Elqui, Mariela Arqueros, manifiesta que si bien estas cifras de acumulación indican que la cuenca superó los niveles de nieve estimados para un año normal, no hay que olvidar que en Elqui se pierde hasta un 60% de nieve por sublimación, “por lo que esperamos que esta nieve se mantenga el mayor tiempo posible en cordillera a espera de los meses de deshielo”.

En materia de embalses, agregó, La Laguna permanece a máxima capacidad desde diciembre del año pasado. En Puclaro, en tanto, a fines de mayo acumulaban 101 millones de metros cúbicos “mientras que durante las precipitaciones crecimos en casi 4 millones de metros cúbicos, llegando al 53% de su capacidad gracias a los ahorros de agua durante las lluvias”
“Estas cifras son muy positivas para nuestra organización, considerando la crítica situación que nos ha afectado por diez años, pero es importante no perder de vista los aprendizajes sacados del proceso de desertificación. Nosotros seguiremos velando por preservar el agua caída en años buenos para tener recurso en años malos, pues ese es el objetivo de estos embalses”, puntualizó.

Fuente: Portal del Campo

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