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rebañoSegún productores y profesionales del rubro, la venta de ganado en los predios durante los últimos años llega al 20% y supera lo que normalmente se comercializa. El objetivo es generar liquidez para enfrentar los momentos complejos. En la Sago afirman que la pérdida de la masa ganadera y rebaños en la zona sería de un 25% y en la Feria Ganadera de Osorno estiman la caída en un millón de cabezas a nivel nacional desde 2007.

El déficit hídrico que afecta a la zona (pese a las intensas lluvias que se han registrado en los últimos días) y el menor precio que reciben los lecheros por litro del producto fresco, han obligado a muchos agricultores a vender parte de sus rebaños de leche y carne para lograr liquidez y así sortear el difícil momento por el que atraviesa el sector.

Según cálculos de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago), la pérdida de la masa ganadera en la zona sería de un 25% y en la Feria Ganadera de Osorno estiman la baja en un millón de cabezas a nivel nacional desde 2007, cuando se efectuó el último censo ganadero en el país, que estimó en tres millones 700 mil las cabezas de ganado bovino en Chile.

Hasta 20% del rebaño

Uno de los agricultores que ha debido mermar el número de animales para la producción es Augusto Willer, quien señala que desde 2014, y sobre todo desde 2015, ha tenido que ver la manera de cómo solventar los gastos fijos que genera su lechería ubicada en Pelleco.

“La venta de parte del ganado ha sido una práctica habitual entre quienes estamos en el rubro, pero en los últimos años se ha incrementado debido a los estragos que ha causado la sequía y el poco forraje con el que hemos contado. Cuando pasa esto existen sólo dos alternativas: o comprar forraje o vender animales”, dice.

Por lo mismo, cuenta acerca de las desventuras que han vivido varios de sus colegas que incluso han tenido de cesar la actividad y dedicarse a un rubro totalmente distinto. En su caso llegó a perder hasta el 20 por ciento de la masa ganadera que tenía.

Sin embargo, actualmente dice haberse salvado de seguir vendiendo a ese ritmo, debido a la existencia de forraje en el mercado.

En tanto, Rafael Osorio productor tanto ganadero como lechero del sector Puerto Chalupa en Puyehue, explica que efectivamente en el último tiempo agricultores han debido vender buena parte de su ganado con el objetivo de costear los gastos que implica la producción lechera.

“Afortunadamente los precios de venta han estado buenos y con ello se ha podido compensar el bajo precio de la leche; el problema es que con estas ventas se está perdiendo una gran cantidad de vaquillas de excelente calidad, de un material genético que no se va a volver a recuperar a nivel país”, recalca.

A este punto, Osorio agrega otro que tiene relación con la venta de terneros y vaquillas al exterior, con lo cual la zona pierde una gran parte de sus rebaños que no van a volver.

Con respecto a la venta de ganado, Marcos Winkler, médico veterinario y asesor de predios, señala que gran parte de los planteles lecheros que visita están vendiendo animales para solventar los bajos precios.

“Al menos las ventas de ganado alcanzan un 15% del rebaño por sobre lo que normalmente se vende. Y ello está afectando no sólo a los predios pequeños, que de hecho están cerrando, sino que también a los grandes. Sin ir más lejos, vengo de ver cómo se cerró una lechería en Futrono, con 1.500 animales”, relata.

Caída

Según Cristian Arntz, presidente de la Sago, los últimos años de sequía han hecho que los productores tanto ganado como de carne “metan mano” a sus rebaños para “parar la olla”.

Como consecuencia de ello, la masa ganadera de la zona ha ido bajando hasta un 25%.

“La única manera de hacer caja en tiempos como éstos, es vender el ganado, el cual se va achicando. Por lo mismo, lo que se tendrá que hacer a futuro es cambiar el modelo de producción”.

Ejemplo del tema son las cifras que la misma Sago mantiene sobre el número de faenas anuales, donde en 2008 (año en que hubo bajos precios en el rubro lechero) se faenaron un millón 4.773 animales y el 2015, 923.207 cabezas, presentando las mayores alzas en 12 años de registro.

La crisis, a juicio de Arntz, está produciendo el cierre de lecherías y de predios de crianza de ganado.

“Desafortunadamente no contamos con cifras oficiales debido a que el último censo ganadero se realizó en 2007 y el próximo, que venía en 2017, no se va a llevar a cabo. La baja se debe a que quienes se encontraban vinculados al rubro, terminan yéndose a otras áreas como es el arriendo de campos, a trabajar en cultivos y frutales o se dedican al sector forestal”.

Arntz lamenta que el censo ganadero no se vaya a efectuar el próximo año, ya que en los últimos 10 años el rubro se ha visto muy afectado por las crisis climáticas y vaivenes económicos.

“Esto nos deja en una mayor incertidumbre al no saber con exactitud el detalle de la masa ganadera con la que contamos”, dijo.

Por su parte, el gerente de Aproleche Osorno, Michel Junod, indica que producto de la venta masiva de ganado por parte de pequeños, medianos y grandes productores, la masa ganadera debiera estar por el orden de las tres millones 200 mil cabezas, cuando hace diez años las cifras indicaban que a nivel país (concentrados mayormente desde La Araucanía al sur, pero especialmente en la zona de Osorno, donde había 527.721 bovinos en 2007) existían 3.712.538.

Además de la crisis climática, y escasez de forraje y praderas que ha afectado al rubro lechero y ganadero, factores tales como el bajo precio de la leche (que en el último semestre registró una baja del 10% en el precio de compra y un retroceso en la recepción láctea del 3%), además de la competencia que se vive con el ingreso de carnes extranjeras provenientes especialmente de Paraguay y Brasil, han permitido que el número de cabezas de ganado haya descendido en los últimos años.

“Es notorio cómo el mercado ganadero -de crianza y lechero- ha ido disminuyendo con el tiempo, porque alguna vez nuestra zona contó con 4,5 millones de cabezas de ganado y hoy en día no superamos los 3,2 millones. Incluso, en lugares como la zona central ya no existen y prácticamente se concentran desde La Araucanía al sur”, indicó Junod.

A raíz este fenómeno, el producto cárnico local ha debido ajustarse más a la calidad que a la cantidad, debido a que no puede luchar contra mercados como el paraguayo (que tiene siete millones de cabezas bovinas), el uruguayo con 11 millones, el brasileño, con 190 millones, y el argentino, con 60 millones.

Por lo mismo, queda un espacio para productores que están apuntando especialmente a mercados en Europa, Estados Unidos, Japón o Corea del sur, con una carne de mayor calidad, más natural, y menor producción.

Junod explica que la realidad local está llevando a que cada vez menos ganaderos y productores de leche permanezcan en el rubro o simplemente vendan buena parte de sus rebaños debido al bajo precio pagado por las industrias por el litro de leche fresca y la competencia con carne proveniente del extranjero y que llega al mercado nacional con un menor precio.

Feria

En tanto, en la Feria de Osorno señalan que actualmente la masa ganadera bovina ha descendido al menos en un millón de cabezas.

Las razones del fenómeno estarían en la exportación de masa ganadera a mercados como China y Turquía, donde se han enviado 38 mil unidades de terneros y vaquillas desde que comenzaron los embarques a fines de 2014.

Otro punto, según explicaron, sería la muerte que se le da todavía al ternero macho de raza Holstein en las lecherías, práctica que aunque prohibida, aún ocurre.

“Al menos las ventas de ganado alcanzan un 15% del rebaño por sobre lo que normalmente se vende. Y ello está afectando no sólo a los predios pequeños, que de hecho están cerrando, sino que también a los grandes”.

Fuente: Austral Osorno

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