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sequiaSegún el Informe de Coyuntura Agropecuario para la Región del Bío Bío, preparado por la Seremi de Agricultura, la actual temporada 2016-17 se caracterizaría por una mantención de la superficie de cultivos anuales siempre que se cumpla la meta de siembras de Iansa, lo que dependerá de la competencia con otros cultivos de riego como maíz, semilleros y frutales.

En este escenario, anticipa el documento, la disminución sería de solo un 0,2% respecto de la temporada anterior, debido principalmente a la menor intención de siembras de trigo panadero y de trigo candeal, este último por una menor contratación de siembras por parte de las empresas contratantes en la región.

De esta forma, los cultivos que aumentarían su superficie en la región son principalmente avena, maíz, remolacha y lentejas; en tanto, las siembras de arroz, porotos, papas y achicoria se mantendrían con leves variaciones; mientras que se registraría una disminución en cebada, trigo y raps.

Actualmente existe preocupación por parte de los productores de todos los rubros ante la escasez hídrica, bajo caudal de los ríos y falta de nieve en la cordillera, lo que afectaría la intención de siembras de los cultivos de primavera bajo riego.

En ese sentido, el vicepresidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Carlos Smith, manifestó que la recomendación, tanto de la autoridad como de la propia entidad gremial, es “a sembrar con mesura”, debido a la incertidumbre respecto de la disponibilidad de agua, principalmente desde diciembre en adelante.

El dirigente sostuvo que si bien la disponibilidad de agua dependerá de cada predio, así como de la fuente que se utilice, “existe un temor de que no alcance el agua para regar durante el verano”, razón por la cual anticipó que la superficie a sembrar para los cultivos de primavera debiera disminuir.

La superficie de remolacha efectivamente sembrada en la región, en la temporada 2015-16, según Iansa, fue de 8.631 hectáreas, de las cuales 4.595 se concentraron en Ñuble. La superficie contratada era superior, pero por razones climáticas no se sembraron en su totalidad.

La meta de contratación de siembras para la temporada 2016-2017 en la planta Cocharcas es de 6.800 hectáreas y de 12.900 hectáreas a nivel regional, sin embargo, al cierre de esta edición no se había alcanzado la meta, debido a que los remolacheros no han llegado a acuerdo con Iansa sobre el precio.

La meta para la temporada que se inicia es superior en un 49,4% a la baja superficie sembrada la temporada que termina, debido a la menor intención de contratación de siembras de trigo candeal por parte de la industria, menor competencia con otros cultivos de primavera, poca claridad respecto a contratación siembras de semilleros a la fecha y la ventaja que le otorga el financiamiento del cultivo.

Los rendimientos promedio a junio, base 16% de polarización, era de 103 toneladas de remolacha entera limpia por hectárea, sin descuento por corona, en planta Cocharcas, con un porcentaje promedio de polarización de 17% en Ñuble.

Los mayores rendimientos se deben a buen manejo del cultivo, más disponibilidad de agua para riego que la temporada anterior y riego tecnificado, de hecho, el 80% de la superficie sembrada en Ñuble estaba bajo riego tecnificado.

En lentejas, el rendimiento de la temporada 2015-16, según el INE, fue de 8,7 quintales por hectárea, muy superior a la temporada anterior, con una calidad más que regular del grano. La superficie sembrada, según el INE, fue de 656 hectáreas, también superior a las 485 sembradas en la temporada 2014-2015.

Las siembras de la presente temporada, estimadas en 700 hectáreas (un 6,7% superior), se realizaron en forma oportuna debido a la buena disponibilidad de humedad en el suelo. Se aprecian bien, con buena emergencia y desarrollo, favorecidas por las lluvias de junio, pero con una mayor presencia de malezas.

La falta de semilla de calidad continúa siendo la gran limitante para aumentar la productividad y calidad del producto y existe gran demanda de los pequeños productores por un programa de multiplicación de semilla, sistema 2×1, similar al ejecutado por INIA en años pasados que logró muy buenos resultados.

El rendimiento promedio del maíz, según el INE, fue de 119,7 quintales por hectárea en la temporada pasada, levemente superior a los 118,9 de la temporada 2014-2015, pero con un mayor porcentaje de humedad.

Para la temporada agrícola 2016-2017, la intención de siembra de maíz es de 20 mil 600 hectáreas, superior en un 14,8% respecto a la superficie sembrada, según el INE, en la temporada pasada, que alcanzó a 17 mil 943 hectáreas. Esto, por la menor competencia con cultivos de riego y el repunte en el precio internacional. Sin embargo, esta intención puede modificarse si cambian las condiciones de mercado.

La cosecha de avena de la temporada 2015-2016 se caracterizó por buenos rendimientos, similares a un año normal, buena calidad del grano y fluida comercialización, sin mayores problemas de rechazo y gran demanda por parte de las empresas compradoras, lo cual se expresó en los precios, que superaron a los del trigo.

El rendimiento, según el INE, fue de 44,6 quintales por hectárea para la temporada 2015-2016, superior a los 43,1 obtenidos en la temporada 2014-2015, debido a buenas condiciones climáticas y disponibilidad de humedad en el suelo durante el período de madurez y llenado de grano, lo que incidió positivamente en la calidad del grano.

Durante la presente temporada existe gran interés de los productores por sembrar avena debido a su buen precio y rentabilidad en la temporada pasada. La superficie estimada es 23 mil hectáreas, superior en un 21% a las 19 mil hectáreas estimadas por la Seremi de Agricultura como siembra de la temporada 2015-2016.

La cosecha de achicoria industrial (para la elaboración de inulina) terminó el 12 de junio, alrededor de 12 días después que la temporada pasada, con un rendimiento promedio de 56 toneladas de achicoria limpia por hectárea, superior a las 52 toneladas de la temporada pasada, aumento que se debe principalmente a las condiciones climáticas favorables para el cultivo y al buen manejo por parte de los productores que no tuvieron mayores problemas de agua para riego. El 100% de la superficie sembrada durante la temporada 2015-2016 se encontraba bajo riego tecnificado.

La meta de contratación de siembras por parte de Orafti, la única compradora, es de 2.600 hectáreas en la Región del Bío Bío -más 200 hectáreas en la Región de la Araucanía-, similar a la superficie sembrada la temporada pasada (2.680 hectáreas). No obstante, al cierre de esta edición no se había alcanzado la meta debido a que los productores y la empresa no habían llegado a acuerdo sobre el precio del contrato.

El INE señaló que el rendimiento de los cultivos de raps de la Región del Bío Bío en la temporada 2015-2016 fue de 32,1 quintales por hectárea, inferior a los 33,4 de la temporada pasada, con un grano de buena calidad y buen porcentaje de materia grasa.

Las expectativas de rendimiento por parte de los productores y empresas contratantes eran superiores, pero la falta de humedad en el suelo, las altas temperaturas y vientos durante el período de llenado y madurez del grano afectaron la productividad.

De acuerdo a la información entregada por las cuatro empresas contratantes que operaron en la Región -Oleo Top, Molinera Gorbea, Nutra Seed y Red Soil-, el rendimiento promedio de la temporada 2015-16, habría sido superior, llegando a los 39 quintales por hectárea.

Según información de las empresas mencionadas, la superficie sembrada esta temporada, sin considerar semilleros, se estima en 6.600 hectáreas (2.750 en Ñuble), inferior a las 10.000 hectáreas de la temporada pasada, disminución que se explica principalmente por una menor rentabilidad del cultivo y una mayor intención de siembra de avena. La mayor caída se observa en Ñuble.

La cosecha de porotos terminó con un rendimiento promedio estimado en 20,6 quintales por hectárea, muy superior a los 11,3 alcanzados la temporada anterior. Esto, principalmente por mejores condiciones climáticas y una mayor disponibilidad de agua.

La intención de siembras para la presente temporada se estima en 4.500 hectáreas, superior en un 2,5% respecto a las 4 mil 390 hectáreas  sembradas la temporada pasada. Esto, debido a la mejora en el precio y rentabilidad del cultivo en relación a la temporada pasada.

La productividad de los cultivos de papas fue bastante dispar en la temporada pasada, debido principalmente al uso de semilla de distinta procedencia y calidad. El rendimiento, según el INE, fue de 148 quintales por hectárea, inferior al rendimiento logrado la temporada 2014-2015, aun cuando las condiciones climáticas fueron favorables para el cultivo, con una menor presencia de tizón tardío del follaje y sin mayores problemas de agua para riego.

La intención de siembras para la presente temporada es de alrededor de 9.200 hectáreas, levemente superior en un 2,8% a las 8.946 hectáreas sembradas la temporada pasada. El aumento se debe principalmente a una mayor intención de siembras en Ñuble, por la buena rentabilidad del cultivo producto del buen nivel de precio alcanzado desde la cosecha.

Al igual que en las temporadas anteriores existe poca disponibilidad de semilla de buena calidad y es de alto costo, motivo por el cual muchos productores se autoabastecerán de papa para semilla, con los riesgos que ello implica en la sanidad y productividad del cultivo.

La cosecha de trigo finalizó con rendimientos promedio muy similares a un año normal; 59,5 quintales por hectárea, según INE, y las desviaciones fueron producto de daños por heladas en algunos sectores, uso de variedades de semilla no adecuadas a la época de siembra y mayor presencia de malezas.

La superficie total estimada para la presente temporada es de 80 mil hectáreas, menor en un 9% aproximadamente a la superficie sembrada la temporada pasada, esto, por la fuerte caída en el precio del trigo harinero en relación a temporadas anteriores, lo que afectó la rentabilidad y desmotivó a los productores.

Para trigo candeal se aprecia una menor intención de contratación de siembras por parte de las empresas contratantes, debido a que la industria se encuentra con sobrestock, producto de la mayor superficie sembrada la temporada pasada, del incremento en la productividad y de la disminución en el consumo de pastas. Esto preocupa a los productores, ya que solo se contratarán siembras a aquellos que tienen mayor antigüedad y continuidad en el rubro.

El cultivo de arroz no se vio mayormente afectado por la escasez hídrica en la temporada 2015-2016, como la temporada anterior, ya que los productores están tomando conciencia que deben sembrar una superficie acorde a su real capacidad de riego, en especial aquellos que siembran con aguas de esteros y derrames.

Según el INE, el rendimiento promedio a nivel de predio fue de 60,6 quintales por hectárea, superior a la temporada 2014-2015, y el rendimiento industrial fue de 56,18%, levemente inferior al 56,9% obtenido en la temporada anterior. Los productores recibieron como promedio una bonificación de un 6,4% sobre el precio base por concepto de rendimiento industrial.

Los productores quedaron conformes con el rendimiento y la calidad industrial del arroz y con el precio pagado por la industria durante la cosecha, aun cuando fue inferior en alrededor de $1.500 por quintal al inicio de la cosecha en relación al año anterior, debido al menor costo de internación por una baja en el precio internacional.

Para esta temporada se estima una superficie a sembrar de 4.200 hectáreas, similar a la temporada pasada. La principal limitante para aumentar la superficie continúa siendo la disponibilidad de agua para riego.

El rendimiento promedio de la cebada en la temporada 2015-2016, según la empresa Maltexco, fue de 53 quintales por hectárea, inferior a los 57,5 de la temporada anterior, e inferior al esperado por parte de la única empresa contratante a nivel regional y por los productores.

El grano fue de buena calidad, buen calibre y proteína, sin mayores problemas de enfermedades fungosas. La causa principal de la baja en el rendimiento fueron las siembras tardías por exceso de lluvias que sobresaturaron los suelos provocando pérdidas de plantas.

La intención de contratación de siembras para la presente temporada es de 1.800 hectáreas, todas para maltero, inferior en un 14,3% a las 2.100 hectáreas sembradas en la temporada 2015-2016.

Fuente: La Discusión

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