Comparte

El arroz es un alimento fundamental en la dieta de más de la mitad de la población mundial. A pesar de que los chilenos no somos grandes consumidores (9 kg/per cápita versus 58 kg/per cápita mundial), este cereal sí está presente en nuestras mesas al menos dos veces por semana.

En el mundo existen dos grandes tipos de arroces cultivados: el tipo índica y el tipo japónica. El primero es el más cultivado y consumido a nivel mundial, concentrando su producción en los países de clima tropical. Este tipo índica se caracteriza por tener un grano largo fino que se comercializa internacionalmente como commodity. El tipo japónica, en cambio, solo se cultiva en climas templados, concentrando su producción una vez al año.

La producción de arroces japónicos se ha visto incrementada debido a su uso en la preparación de sushi, cuyo consumo se ha popularizado a nivel mundial. En Chile, el arroz se cultiva en la zona comprendida entre Linares y San Carlos, correspondientes a las regiones del Maule y norte de Ñuble.

Las condiciones climáticas imperantes en la zona arrocera nacional solo permiten el cultivo de arroces tipo japónico, transformando a Chile en el productor del arroz más austral del mundo. El clima “frío” de nuestro país estimula el crecimiento del arroz libre de plagas y enfermedades, ya que éstas no prosperan en ambientes de bajas temperaturas, por lo que el cultivo se desarrolla con baja carga química, libre de pesticidas y fungicidas. Esta característica nos diferencia del resto del arroz cultivado en el mundo que presenta múltiples aplicaciones de pesticidas para poder obtener un nivel productivo rentable.

Recientes investigaciones de INIA indican que nuestro arroz también se desarrolla en un ambiente libre de metales pesados, lo cual aumenta su valoración, al ser un arroz de mayor inocuidad que el resto. Además, los arroces nacionales poseen la ventaja de tener una genética 100% chilena, ya que todas las variedades cultivadas en el país han sido creadas por el Programa de Mejoramiento Genético de Arroz de INIA que tiene una data y experiencia de 55 años.

Dentro de sus características, el arroz chileno se caracteriza por tener alto potencial de rendimiento de grano y poseer una excelente calidad tanto industrial como culinaria. Hasta la fecha, solo se comercializa en el mercado interno, con una producción que alcanza a abastecer el 50% de las necesidades del consumo nacional.

Producto de sus características y beneficios, el arroz nacional presenta un enorme potencial de desarrollo, por lo que tenemos que continuar trabajando para que en el corto plazo se transforme en un nuevo producto que se consuma más allá de nuestras fronteras.

Por: Pedro Bustos, Director INIA

Últimas Noticias