El director de Maersk para la Costa Oeste de Sudamérica, Francisco Ulloa, entregó una visión general del tema y explicó que al desatarse la pandemia, los puertos se vieron con complicaciones para operar por temas sanitarios.
Según sus cálculos, la capacidad portuaria se ha visto disminuida en un 20%. Junto con eso, se sumó la mayor demanda de productos por parte de las personas, ante los estímulos monetarios entregados en sus países.
El eslabón más débil de la cadena estaría siendo la logística terrestre. El ejecutivo planteó que, ‘si es que alguien no tiene bodega, probablemente va a tener que guardar su mercadería dentro del contenedor. Si éste no vuelve al puerto, no lo podemos enviar de nuevo a China y la exportación china está limitada por los contenedores disponibles. Ese es el círculo que estamos viendo en estos tiempos’.
El presidente de Cámara Marítima y Portuaria (Camport), Daniel Fernández, coincidió que ello está ejerciendo una presión importante. Contó que en Chile, en promedio, el costo de la logística terrestre en función del valor del producto es de 18%, mientras que en la OCDE es cerca de 9%. Explicó que eso es producto de mucha ineficiencia en la cadena logística terrestre.
Difícil Navidad
Un tema que ha resonado en la industria es si el abastecimiento para Navidad se va a ver afectado. Fernández señaló que ‘hay productos que no estarán; no hemos querido sembrar alarma, pero sí está la recomendación de hacer las compras lo antes posible’. Sin embargo plantea que ‘si tenemos una estampida de compras va a agravar el conflicto también’.
Aseguró que le preocupa más el abastecimiento de la canasta básica, ya que en Chile la mayoría de los productos son importados. ‘El aseguramiento de esa canasta básica y los insumos para la construcción, muy importantes para el empleo, son las preocupaciones más grandes’, apunta.
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