La Vega
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‘El saco de papas antes de la pandemia costaba entre $7 y $8 mil pesos, ahora está a $13 o $14 mil’, comenta con resignación Sandra, vendedora en La Vega Central. Como ella, son varios los locatarios y visitantes del mercado que cada semana perciben un alza en los precios más que un retroceso en sus valores. Desde vendedores de frutas hasta comerciantes de suculentas, califican este año como uno especialmente ‘caro’.

Aunque los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron un 0,7% en octubre, de acuerdo con las cifras del Índice de Precios al Consumidor (IPC) reveladas ayer por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en los últimos 12 meses este ítem registra un alza de 5,3%, algo que se refleja en las opiniones de los compradores de uno de los mercados más antiguos de la capital. Jeanette, visitante regular de La Vega, se encontraba observando los productos. ‘Me acabo de dar cuenta que la zanahoria está a $800 el kilo, yo compré hace dos o tres semanas y estaba a $450′, comenta. Pilar también suele visitar el mercado,’está carísimo todo’, agrega.

En el pasillo contiguo se encuentra el puesto de frutas Donde la Guille. Su dueña, Guillermina Ramos, trabaja hace más de 20 años en el lugar, pero este año remarca ha sido más complicado que cualquiera: ‘Estuve a punto de cambiarme de rubro. Me he reinventado comprando otras cosas, contraté un sistema para pagar cuentas, recargar celulares, puse un refrigerador con bebidas…’, comenta la locataria. Ella percibe que su sector ha sido uno de los más afectados por la pandemia, ya que la fruta está ‘cara, escasa, de mala calidad y dura poco’.

Bajo este panorama, los visitantes y locatarios de La Vega admiten tener más dudas que certezas en materia de precios de los alimentos de cara a las próximas semanas, en medio de una persistente sequía, un alza en los casos de covid y la incertidumbre que marca las próximas elecciones. ‘Así como están las cosas, no creo que bajen los precios. Tal vez la fruta por la temporada, ahora que se viene el verano; ojalá bajen un poquito, pero está difícil’, dijo Angélica, otra regular visitante del mercado.

Fuente: El Mercurio

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