La línea de la pobreza registró una variación mensual de 0,4% y un crecimiento en los últimos doce meses de 6,2%. En mayo, mes en el que se empezó a debatir el IFE Universal, la línea de la pobreza llegaba a $177.124, y en los meses siguientes experimentó ajustes al alza. En el año acumula un incremento de 5,7%. A su vez, la Canasta Básica de Alimentos (CBA), que es empleada para la determinación de las líneas de pobreza, a fin de reflejar los hábitos de consumo prevalecientes, alcanzó un monto de $50.071. Esta cifra representa una variación mensual de 0,2% y una variación acumulada de 5,2% en los últimos doce meses.
En el caso del IPC de los componentes no alimentarios, que también afectan la línea de la pobreza, hay una variación de 6,9%, siendo superior al alza registrada en el periodo de doce meses inmediatamente anterior (6,1% entre octubre 2020-2021). El reporte del MDS da cuenta que durante el período el Índice de Precios de los Alimentos y Bebidas No Alcohólicas varió un 0,1%; en tanto, la variación mensual experimentada por el IPC fue 0,5%. Dicho indicador en el año suma un alza de 5%, en tanto, la variación registrada por el IPC alcanzó 6,3%. Ambos índices en doce meses registran alzas de 5,2% y de 6,7%, respectivamente. Durante el penúltimo mes del año se presentó un alza en 43 de los productos que componen la CBA. Subidas importantes se presentan en el caso del surtido en conserva, sucedáneo de café y el jurel en conserva, alcanzado una variación mensual de 6,2%, 5,7% y 5,6%, respectivamente. Las mayores disminuciones se dan en el caso del tomate, plátano y choclo congelado, los cuales disminuyeron en 4,0%, 4,9% y 5,1%, respectivamente.
En este periodo el 54% de los productos que componen la canasta básica de alimentos sufrieron un aumento en sus precios; en promedio, lo hicieron en 1,6% y fluctuaron entre 6,2% y 0%. En el caso de los productos que disminuyeron su valor (36 productos), lo hicieron en un 1,5% en promedio y fluctuaron entre -5,1% y 0%. El reporte del MDS precisa que la actualización de la canasta básica de alimentos, que considera un umbral de requerimientos de 2.000 calorías diarias promedio por persona, en las zonas urbana y rural, fue realizada sobre la base de la información proporcionada por la VII Encuesta de Presupuestos Familiares, levantada por el INE entre diciembre de 2011 y diciembre de 2012. Su valor fue determinado a partir del gasto de aquel grupo de hogares (estrato de referencia) correspondiente al quintil de menores ingresos per cápita que, dado su patrón de gastos en alimentos, satisface en promedio los requerimientos calóricos recomendados por persona al día.
A precios de abril de 2012, su valor mensual alcanzó a $31.029 para una persona, y a $137.458 para el hogar promedio del estrato de referencia, formado por 4,43 personas. El valor de la línea de pobreza por ingresos fue estimado sobre la base del gasto total de los hogares pertenecientes al estrato de referencia utilizado para la determinación de la canasta básica de alimentos, excluyendo los gastos en alcohol y tabaco y el gasto en bienes y servicios adquiridos por menos del 10% de los hogares, sin diferenciar entre las zonas urbana y rural.
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