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Enfocados en productos para animales y, en forma más incipiente, para consumo humano, ya son varios los emprendimientos y empresas chilenas que producen y procesan insectos, subiéndose a una tendencia que crece con fuerza a nivel global.
La aprobación del gusano de la harina (Tenebrio molitor) para el consumo humano como snack o ingrediente de otros alimentos, sellada a comienzos del año pasado por la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA, por su sigla inglés), marcó la primera autorización para el consumo de insectos en la UE. Ahora la compañía francesa Agronutris, que fue la que lo solicitó, tendrá la licencia exclusiva para la comercialización de esas larvas con fines de alimento durante cinco años.

La aprobación al gusano de la harina fue seguida por la autorización de la langosta migratoria (Locusta migratoria) en noviembre para otra empresa, y ya existen al menos 20 solicitudes para que se autorice el uso de otros insectos para el consumo humano en la UE. Al mismo tiempo la multinacional Nestlé anunció que lanzará en Suiza una versión de alimentos para mascotas a base de insectos.

La tendencia es una de las más potentes que se observan dentro de la industria de los alimentos –tanto para humanos como para animales– a nivel global, y se espera que en los próximos años tenga un crecimiento tan rápido como los productos elaborados en base a proteínas de origen vegetal, más conocidos como plant-based.

‘Los gobiernos también están jugando un rol importante. Por ejemplo, la aprobación del gusano de la harina y de la langosta migratoria en la Unión Europea, muestra que está incentivando el uso de alimentos elaborados en base a insectos como parte de su estrategia para promover las dietas y agricultura sustentable’, señala Amarjit Sahota, fundadora y directora ejecutiva de la consultora británica Ecovia Intelligence.

Chile no se queda atrás y ya existen empresas y emprendimientos enfocados en producir alimentos a partir de insectos. La más avanzada es Food for the Future (F4F), orientada por ahora a la industria salmonera, al igual que NatPro, ubicada en la Región de Los Lagos, a las que en los últimos dos años se han sumado Circular Pet, dedicada a elaborar alimentos para mascotas, y Bugs and Us, la primera que está trabajando con grillos para generar harina de insectos para consumo humano.

‘Desde Transforma Alimentos estamos promoviendo el tema de los insectos todo lo posible y queremos que Chile no se quede con dos o tres casos exitosos, sino que vean que en el mundo hay más de 1.900 especies de insectos que se pueden comer y un montón de productos que se pueden hacer con ellos’, asegura Francisco Rossier, director de innovación del programa Transforma Alimentos de Corfo.

Uno de los principales factores que impulsa el desarrollo de alimentos con insectos es la creciente preocupación por el impacto que genera la producción de proteínas convencionales sobre el medio ambiente, como la ganadería, aunque uno de los grandes desafíos es vencer la reticencia que puede generar comer insectos en algunos países –como Chile– aun cuando un tercio de la población mundial los tiene incluidos dentro de su dieta habitual.

‘En occidente se ha desarrollado el tema de las harinas de insectos y barritas de cereal, junto con algunas salsas, pero no mucho más, por el rechazo a comer insectos, pero es algo que va a ir disminuyendo por curiosidad y porque se van a dar cuenta de que comerlos no es muy distinto a probar un camarón o una jaiba’, proyecta Francisco Rossier.

Además, se trata de una producción que permite valorizar y reutilizar diferentes residuos orgánicos que genera la agroindustria, generando un sistema de producción de alimentos más sustentable y circular.

Fuente: Revista El Campo

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