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Investigación de la Fundación Chile Lagos Limpios, analizó en detalle siete puntos dentro del lago, mostrando cómo la contaminación en un lugar termina afectando a todo el Llanquihue producto del movimiento de las aguas.

La contaminación de lagos, lagunas y ríos en Chile se sigue extendiendo. En diferentes regiones del país se ha evidenciado científicamente la existencia de diferentes tipos de contaminación, desde basura, hasta el uso de combustible, entre otros.

Un nuevo estudio midió el nivel de contaminación en el lago Llanquihue, ubicado en la Región de los Lagos, el segundo más grande de Chile tras el lago General Carrera, con una extensión de 860 km².

La investigación forma parte del proyecto de la Fundación Chile Lagos Limpios, “Programa de Monitoreo y Modelación del Lago Llanquihue”, y en su primera etapa realizó mediciones en siete puntos diferentes del lago, entregando los primeros indicadores sobre su estado, así como recomendaciones desde el ámbito científico para su protección.

La investigación se hizo por medio de una alianza con el Ministerio de Medio Ambiente, y la colaboración de la Universidad UC Davis Chile Life Sciences Innovation Center, y fue denominada “Claro como el agua”. Se trata de la primera de su tipo en Chile, y brindará nuevos conocimiento sobre cómo puede cambiar la calidad del agua en este lago.

Los investigadores analizaron y determinaron la responsabilidad que tienen los movimientos del agua en la contaminación del lago, al transportar los contaminantes alrededor y dentro de éste. El mapa (a continuación) muestra las ubicaciones de las estaciones lacustres que midieron la temperatura del agua y el oxígeno disuelto desde la superficie hasta las profundidades cada 10 minutos. Ambos, factores asociados a su contaminación.

¿Cómo contribuyen los movimientos del agua en la contaminación? “Es un factor muy importante porque nos permite entender cómo se mueven los contaminantes dentro del lago de acuerdo a distintas características naturales que tiene éste, como condiciones climáticas y variaciones de temperatura, entre otras. Lo que tenemos que entender es que un contaminante – sea nutriente, coliformes u otro y de cualquier actividad humana- que se descarga en un punto determinado del lago, no solo afecta ese punto, sino que se mueve durante las próximas semanas y afecta distintos puntos”, explica Fernando Coz, director ejecutivo de la fundación Chile Lagos Limpios.

Estamos preocupados, “porque nos falta cambiar la cultura e invertir en más ciencia y tecnología que nos ayude a contar con data para tomar decisiones. Algo en los que hemos buscado avanzar con nuestros siete puntos de monitoreo en el Lago Llanquihue, y que presentamos, a fin de concientizar y abrir el debate sobre cómo cuidar los lagos”, señala Fernando Coz, director ejecutivo de la fundación.

Agrega que es uno de los elementos que nos entregara este modelo hidrodinámico, “es poder proyectar escenarios y hacer futurología planificando donde deberían ir, por ejemplo, actividades productivas, y donde no deberían ir, con qué características, con qué estándar y a qué escala. Ese es el gran valor de entender el movimiento de los contaminantes”.

Al analizar las temperaturas del lago, los científicos se encontraron con un evidente aumento. El calentamiento se está produciendo principalmente en primavera.

Coz explica que la medición se realizó mediante el uso de tres boyas y siete sensores ubicados en distintos puntos del lago, con los que pudieron por varios meses la temperatura del agua y el oxígeno disuelto, pudiendo así analizar el movimiento de agua contaminada y los cambios en su calidad y temperatura. “Gracias a esto vamos a tener un mapeo de la cuenca del lago y del impacto de las actividades sociales y productivas de su entorno, cuantificando el efecto de ellas en la calidad del lago hoy, mañana y a futuro, proyectando de esta forma medidas de planificación territorial y gubernamental para evitar consecuencias negativas que no tengan retorno”, dice.

Cada movimiento vertical en la gráfica, representa una “ola”, con ondas que tienen amplitudes de más de 30 metros. Son estas “ondas internas” las que impulsan los movimientos del lago y ayudan a determinar la propagación de la contaminación. Lo que controla estas ondas es la temperatura del agua, los vientos diarios y, sorprendentemente, la rotación de la Tierra, explican los investigadores.

El lago Llanquihue cuenta con una norma secundaria de calidad ambiental que es la que establece los parámetros y niveles máximos que puede soportar el lago de ciertos contaminantes. “Esa información la tenemos que consolidar y estamos trabajando junto con el Ministerio del Medio Ambiente, con universidades y con otros organismos públicos y privados para consolidarla, y poder tener una compresión mas certera de su estado de salud”, argumenta Coz.
Cambio climático futuro

Si bien la rotación de la Tierra siempre será la misma, la temperatura del agua y los vientos ya están cambiando debido al cambio climático. ¿Cómo se verá afectado el transporte de contaminantes por el cambio climático futuro? Es una de las razones por la cual Chile Lagos Limpios se encuentra desarrollando este modelo en el lago Llanquihue.

Coz explica que el lago Llanquihue, así como los demás lagos nor-patagónicos de Chile, son una fuente de agua para el desarrollo social y económico de del país y el mundo, “y hoy están siendo amenazados por el rápido desarrollo humano y por el cambio climático. Debemos actuar hoy, entendiendo que la clave está en prevenir, y no tener que curar, algo que aprendimos con el modelo trabajado en el lago Tahoe (Estados Unidos), quienes ven hoy en nuestro país una oportunidad de retroceder en el tiempo y adelantarse a los problemas ambientales por los que han pasado en los últimos 60 años”.

Una vez que un lago se contamina es muy complejo mitigarlo, “por eso el cambio debe ser ahora. En este desafío es importante entender que cuando hablamos de implementar medidas medioambientales no buscamos limitar el desarrollo económico, sino más bien buscar de manera colaborativa uno de impacto sustentable, que permita invertir en ciencia y tecnología y a su vez generar conciencia en la comunidad que permita desarrollar una transformación cultural”, agrega el director ejecutivo de la fundación.

El estudio determinó que existe una liberación de agua contaminada cerca de Frutillar, en el lado oeste del lago, tal como lo explica la gráfica a continuación. El color rojo oscuro señala la mayor concentración de contaminantes y el azul oscuro no muestra contaminantes.

Por su parte, el color azul pálido en el sureste muestra cómo aumentó la contaminación en la región de Ensenada, debido a un reciente derrame de aguas servidas. La “pluma” contaminante llegó a Ensenada en menos de dos semanas, explican los investigadores, viajando en el sentido de las agujas del reloj alrededor del lago.

La imagen fue determinada seis semanas después del derrame, con prácticamente la totalidad del lago impactado. Además, un fuerte pulso se está moviendo hacia el sureste.

El otro impacto futuro que el modelado puede ayudar a comprender, revela la investigación, son los cambios de población esperados hacia el sur de Chile y el cambio en el uso de la tierra en la cuenca que lo acompañará. Los usos de la tierra en diferentes partes de la cuenca determinarán la cantidad de contaminación que ingresará al lago en el futuro. Una vez más, al utilizar los conocimientos que puede proporcionar el modelado, es posible proporcionar una guía de planificación en una etapa muy temprana, para garantizar que se evite la degradación del lago.

El enfoque de modelado, una vez que se encuentre completamente desarrollado, se puede expandir fácilmente a otros lagos en el norte de la Patagonia, y en otras partes de Chile, donde el cambio climático y el cambio en el uso de la tierra amenazan conjuntamente al medio ambiente y al suministro de agua.

Fuente: Que Pasa

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