En Chile el panorama hídrico se ve complicado considerando los 13 años de sequía que se registran en el país y las estimaciones del Gobierno, que indican una reducción en la disponibilidad de agua a nivel nacional de entre 10% y 37% en comparación con hace 30 años. Por esto, la tecnología e innovación que podamos incorporar es fundamental.
En El Agro, conversamos con Andrea Ramos, Country Manager de Kilimo, una AgTech argentina, fundada en 2014, que con datos climáticos y satelitales entregan recomendaciones para mejorar el rendimiento del riego.
Ramos explica que “en Kilimo acompañamos al agricultor en al gestión del riego, trabajamos con más de 15 satélites para entregarle al productor información precisa. y trabajamos con el productor para que sepa cuánto regar en cada oportunidad. El acompañamiento es semana a semana, tenemos un grupo de whatsapp con el productor”.
Así, señala que “el uso de satélites, permite no solo tener una muy buena resolución sino también la frecuencia que es fundamental para la agricultura de precisión, que es con lo que trabajamos en Chile”.
Experiencia en Chile
Para Ramos, “la experiencia ha sido buenísima en Chile, y ha sido uno de los países donde más hemos crecido. El productor es bastante más tecnificado que en el resto de países de Latinoamérica, pero hay mucho por mejorar. Vemos que el productor está abierto a invertir en tecnología, y si fallamos en la post venta, no le podemos echar la culpa al productor de que está haciendo la cosas mal, así que cuando hicimos este foco en post venta, nos ha ido mu bien”.
“En general, tenemos ahorros de un 20% a 25%, dependiendo del ahorro de cada campo, y no solo de ahorro de agua, sino también de energía y mejor distribución en la mano de obra”.
Academia
“Tenemos una academia de riego de Kilimo, donde todas las semanas estamos haciendo de 1 a 3 webinars, con asesores super reconocidos a nivel regional. En esta semana del agua hicimos mucho hincapié en la huella hídrica, cómo certificar y cómo comunicar esto. Hoy hay que educar al productor para que pueda generar este vínculo social con el resto de la sociedad”, señaló Ramos.
Y finalizó indicando que “veo que la tecnología ya no es una cuestión de decisión, es una necesidad en términos de gestión de agua. La tecnología siempre es una herramienta, la tecnología no es Dios”.