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La Comisión Nacional de Riego dio cuenta de los diversos proyectos evaluados, que permitirían beneficiar el riego de una superficie superior a las 500 hectáreas en que pequeños agricultores podrían optar a cultivos de mayor rentabilidad.

En la casa de la cultura de Ñipas y en la sede social Rahuil se realizaron las últimas tres reuniones con participación ciudadana para dar a conocer los resultados del estudio de la Comisión Nacional de Riego (CNR) denominado: “Diagnóstico para el regadío en la comuna de Ránquil”, cuyo objetivo fue analizar la mejor forma de utilizar los derechos de aprovechamiento de aguas que dispone la Municipalidad en el río Itata.

Cinco son los proyectos de riego propuestos por el estudio. Se trata de dos pequeños embalses y tres proyectos de elevación de aguas desde el río Itata con energía fotovoltaica, iniciativas que -regularizados sus derechos de aprovechamiento de aguas respectivos- permitirían regar 514,8 hectáreas en beneficio de 187 familias.

“Quisiera valorar el trabajo desarrollado en terreno, agradecer la participación de regantes, agricultoras y agricultores de la comuna de Ránquil, ya que es fundamental que los proyectos planteados recojan sus necesidades existentes en materia de riego, considerando además un contexto de escasez hídrica”, destacó Gastón Valenzuela, coordinador de la Unidad de Estudios de la CNR.

El estudio nace a solicitud de la Municipalidad de Ránquil debido a que ésta tiene en su poder derechos de aprovechamiento de aguas (DAA) por 98 litros/s en el río Itata y apuntaba a identificar la mejor manera de utilizarlos para contribuir al desarrollo agrícola de la comuna.

Tras la ejecución del estudio, se recomendó a los participantes formar comunidades de aguas para que 35 familias puedan regar cerca de 40 hectáreas con cultivos de alta rentabilidad, considerando proyectos que eleven las aguas del río Itata con energía fotovoltaica.

En tanto, como solución para el riego de otros sectores se recorrió toda la comuna y, a través del estudio de hidrología e hidrogeología, se identificaron posibles fuentes de agua y potenciales beneficiarios.

De igual manera, se planteó la necesidad de desarrollar obras de acumulación en los diferentes esteros y quebradas, que capten las aguas de invierno y las regulen para el riego en la temporada primavera-verano. Se trataría entonces, de obras de regulación estacional o anual. Es así como se propone la construcción de dos pequeños embalses: Ránquil y Rahuil, que permitirían regar 476 hectáreas para beneficio de 152 familias.

Las autoridades y las y los agricultores asistentes coincidieron en que con los datos entregados por el estudio se deberá desarrollar un trabajo público-privado coordinado, para que estas iniciativas sigan su curso con los necesarios estudios de prefactibilidad y, en un mediano plazo, logren materializarse en obras que permitan a decenas de familias de Ránquil un riego seguro y la consiguiente planificación de cultivos rentables.

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