Ya no nos resulta extraño saber que Meghan Markle no es muy asidua a seguir las reglas, a pesar de que forme parte de la familia real.
En incontables ocasiones ha roto la norma de los protocolares eventos sociales luciendo pronunciados escotes, sin pantys y otras situaciones que no son del total agrado de la familia real.
La prensa británica dio a conocer que, en una visita a Fiji realizada en octubre por el príncipe Harry y Markle, ella habría utilizado unos lujosos aretes que costaban unos 570 mil euros (algo así como 425 millones de pesos).
¿Cuál era el problema? es que eran prestados. Esto supondría un problema para la familia británica, pues no tienen permitido aceptar joyas prestadas, según consigna el portal británico Daily Mail.
“Para los grandes eventos nocturnos, la realeza generalmente utiliza joyas lujosas, pero siempre propias” informó. William Hanson, experto en protocolo.
Los lujosos aros pertenecerían a la firma china Butari y según el citado medio solo rostros como Rihanna, Angelina Jolie y la exprimera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, habrían logrado exhibir unos de estos ejemplares.