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A lo largo de toda su carrera, Álvaro Espinoza se ha caracterizado por dar vida a muy diversos personajes en teleseries, desde que partiera en “A todo dar”, en 1998, hasta el recordado “Primitivo” de “Amor a la catalán”. Y desde junio nuevamente llamará la atención de los telespectadores con un nuevo y diferente personaje.

Es que en “La torre de Mabel” se le podrá ver como “Gaspar Elizondo”, el dueño de una empresa inmobiliaria. Un hombre machista, conservador, celoso e inseguro que verá cómo su existencia cambiará cuando su esposa, “Mabel Andrade” (Paloma Moreno), quiera retomar sus estudios universitarios y apele a tener una independencia laboral y económica.

“Él es un niño mimado, que siempre le han dado lo que ha querido y así se convirtió en un adulto inseguro y dueño de querer seguir imponiendo sus ideas y deseos”, señala Espinoza a RadioAgricultura.cl sobre su rol en la telenovela que Canal 13 pondrá en su bloque prime en el transcurso del mes de junio.

De esta manera, el actor mostrará un nuevo y diverso personaje en televisión, lejos de los últimos que ha interpretado en la pantalla chica. El ex “Señor Rojo” de la exitosa “Pacto de sangre” destaca que “siempre es un desafío hacer algo diferente y la gracia justamente de nuestro trabajo radica en tratar de lograr que cada personaje que hacemos sea distinto al anterior y a los otros que uno ha hecho para atrás”.

En la nueva apuesta de ficción, realizada por la productora AGTV y que es en tono de comedia, Álvaro tendrá como madre televisiva a Coca Guazzini y a Luis Gnecco como el mayordomo de su familia, sobre los que cuenta que “he sido muy afortunado de trabajar con gente que admiro mucho. En este caso, sí los conozco hace años, pero no había trabajado tan estrechamente, convengamos en formato teleserie, con Lucho Gnecco y la Coca Guazzini… y simplemente ellos son delirantes, el trabajo que hacen en comedia es notable”.

En ese sentido, el intérprete confiesa que “para mí fue un gusto hacer esta teleserie porque es una comedia y hacer comedia de verdad que despierta la creatividad. Es trabajar en el afán de seguir riéndose, entonces se empiezan a inventar cosas. Además, tuve la fortuna de trabajar con un grupo humano espectacular y un elenco de primer nivel, como la Paloma (Moreno) o la Ignacia Baeza. Ella está delirante también, así que se generaban instancias de comedia propiamente tal y de pasarlo muy bien. De verdad que para mí fue un placer cada instancia de grabación”.

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