Canal Q13
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Hoy, en un nuevo capítulo de “De tú a tú”, Martín Cárcamo recibe al cantante y empresario Miguel Esbir Barco, más conocido como Miguelo, quien relata sus experiencias, habla de su familia y de su carrera.

Luego de acomodarse, lo primero que Martín le pregunta es por su restaurant “Patria vieja” y cómo ha pasado la pandemia. Miguelo narra que inauguró el 4 de octubre de 2019 y lo afectó el Estallido Social.

Cuenta que él se paseaba por las calles cantando e invitando a la gente a entrar. Luego, llegó el Covid-19: “Me dolió tanto porque tuve que finiquitar a muchos trabajadores“.

Tras esto realizó un repaso al accidente que sufrió su hijo Sebastián, quien cuando tenía tres años cayó a la piscina y estuvo mucho tiempo en el agua, lo que lo dejó con secuelas.

Este lamentable hecho provocó su quiebre matrimonial, así como la pérdida de un negocio, situación que lo llevó a referirse a su sociedad con Negro Piñera.

“Yo estaba esperando una cosa así, porque quería escaparme. Sufrí de escapismo. Me pegué un bypass como de seis años que no era lo mío, para volver a mis valores. Toqué fondo. Mucha fiestoca que no llevaba a nada. No me la entiendo hasta ahora. Pero tenían que pasar para ser la persona que soy ahora”, sostuvo.

Por otro lado afirma que hubo excesos: “Sipo, si ‘Entre Negros’ era todo excesos, empezando por los dueños. Los amigotes tomando gratis. Sufrí de escapismo porque no quería eso para mi vida. Quería casarme una sola vez, si yo soy lo más conservador que hay, pero no me resultó. Y ahí quedé pegado. Aún tengo los fantasmas con eso. De tener un compromiso nuevo”.

Luego se refirió a la detención que sufrió: “Cuando estaba la época del ‘Entre Negros’ muy mal, yo trataba de tirarlo para arriba, me contrataron del Hotel O’Higgins para cantar. Estuve como un mes allá, dejé botado el negocio, se quedó una persona a cargo. Alguien falsificó unos cheques, mi firma, y cargaron en contra de mí, y me fui detenido por 3 días. Me llevaron a la cárcel de Valparaíso, me iba a quedar ahí, y esa noche me trasladaron a Santiago, hasta que se dieron cuenta que las firmas no eran mías, pero igual estuve tres días”.

“Ahí me di cuenta que Calle Suecia a la cresta, nunca más estas amistades, nunca más esto. Me dio mucho que pensar (…) Fueron muchas preguntas, me sirvió de experiencia con cosas que no voy a volver a hacer“, señaló sobre este punto de inflexión.

Por último señaló que no volvió a ver al Negro Piñera: “Si nos vemos, nos vamos a saludar, pero no sé si lo abrazaría“.

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