309627 1 5f29bcc659e08
Ingrid Aceitón
Comparte

La vida le ha dado otra oportunidad a la exchica reality, Ingrid Aceitón. Y es que luego de que a principio de año comunicara la pérdida de Alice a los siete meses de gestación, hace unas semanas alegró a sus seguidores al contar que estaba esperando a su segunda hija, Ada.

“Hoy me he decidido a compartir con ustedes la segunda mejor etapa de mi vida. Con lágrimas de emoción, alegría y amor. Con @Nashito_AG estamos esperando nuestra segunda hija, Ada Mía con 8 meses ya de embarazo (32 semanitas)”, escribió en aquella oportunidad.

Y en entrevista al diario “Las últimas noticias” comentó más detalles sobre el proceso actual que está viviendo.

Volvió la alegría y la esperanza

Respecto a cómo fue enterarse de este nuevo embarazo, Aceitón aseguro que “las primeras emociones fueron de alegría, pero también de confusión tremenda. Estaba contenta, pero a la vez arrastraba esta pena. Llegué llorando a los doctores porque quería que todo saliera bien en este embarazo, aunque la tristeza y el miedo de que pudiera pasar lo de antes siempre ha estado ahí“, por esto mismo pidió apoyo por parte de profesionales.

“Quería estar lo más sana posible por mi bebé porque tampoco la idea era estar llorando todos los días como lo hacía antes”, agregó.

Los especialistas le advirtieron que su embarazado de igual forma era de “alto riesgo” por su historial médico. “Me reuní con psiquiatras, psicólogos, con la matrona. Todos me han ayudado mucho. Gracias a Dios no ha habido ningún problema con Ada. Han sido mis miedos, mis sustos, pero hasta ahora todo ha estado bien”, detalló.

“Creo que frente a casos como el mío lo más recomendable es ir a terapia psicológica. Una no va a estar ciento por ciento como antes, pero sí te va a ayudar harto. Esa soledad que una llega a sentir que te puede llevar a hacer cualquier cosa, la he visto de otra forma con las sesiones…Una se siente sola en el mundo. Pero eso no es tan así, porque siempre hay alguien. Cuesta mucho darse cuenta de eso, independiente de que la pareja y la familia esté. Uno no los siente. La terapia me ha ayudado mucho a darme cuenta que una sigue siendo importante para los demás, que hay que seguir adelante”, señaló.

Me ha ayudado a entender que uno puede aprender a vivir con eso, con esta pena que nunca se va a ir. Hoy estoy mucho menos ansiosa y con menos miedos, aunque eso tampoco va a disminuir del todo. No queda otra que enfrentar lo que viene y vivirlo, nosotros nos entregamos a Dios y eso nos ha dado cierta paz. Siento que mis dos hijas son una bendición. A pesar de que una no pueda estar acá, y que la herida siempre estará abierta, hay que seguir, no queda otra”, cerró.

Últimas Noticias