DAVID CORTES SEREY/AGENCIAUNO.
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Luego de cinco días de detención, la familia Juan Requesens recibió una llamada telefónica del diputado, detenido el pasado martes en condiciones poco claras.

Según un comunicado difundido por su hermana, Rafaela Requesens, el joven de 29 años habló sobre su estado y pidió artículos de aseo personal.

El contacto fue cuestionado por la familia, quienes afirmaron desconocer “bajo qué condiciones Juan realizó esa llamada”. Expresaron su extrañeza ante la llamada, que ocurrió 120 horas después del “secuestro”, como califican su captura, y considerando que el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) les ha negado la posibilidad de verlo, tanto ellos como su abogado.

Reiteraron su deseo y derecho de ver al parlamentario en persona, no a través de videos difundidos por el Gobierno venezolano. Asimismo, exigieron que se respete el debido proceso al joven, de quien aseguran es un “rehén del régimen de Nicolás Maduro y que se le utiliza y manipula ciolando su voluntad para intentar crear matrices de opinión acerca de un irreal respeto a sus derechos humanos y constitucionales”.

Por la detención y allanamiento de la inmunidad parlamentaria de Juan Requesens se han manifestado diversos organismos y gobiernos. Recientemente, Alemania expresó su repudio al arresto del joven y solicitó al gobierno de Nicolás Maduro un “correcto esclarecimiento” del supuesto atentado.

El Gobierno estadounidense también se pronunció señalando que “Maduro y su policía secreta siguen haciendo caso omiso del estado de derecho con el arresto y detención ilegal del miembro de la Asamblea Nacional constitucionalmente elegido @JuanRequesens. Último ejemplo en una larga letanía de abusos de Derechos Humanos”.

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