La migración masiva de venezolanos se evidencia cada vez más en los pasos fronterizos, sobretodo aquellos de América Latina-Ecuador, Colombia y Brasil-, que se colapsan por la llegada de quienes argumentan huir de la crisis política, económica y social, que atraviesa la nación gobernada por el chavismo.
Datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) y de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional(USAID), reflejan que entre 2015 y 2017 el éxodo de los ciudadanos de Venezuela hacia destinos del mismo continente aumentó en 900%.
Señalan que el país donde se registra mayor llegada de los caribeños es Colombia. La nación neogranadina contabiliza cerca de 1,1 millones de refugiados venezolanos. Esto ha ocasionado que países como Estados Unidos, donde se registra más de 282 mil solicitudes de asilo hechas de los ciudadanos que huyen d ella crisis, enviara una ayuda económica por 9 millones de dólares e incluso un buque médico que arribará a las costas colombianas para atender las emergencias de los migrantes.
A Colombia, le siguen Chile, Argentina, Ecuador, Panamá, Brasil, México, Perú, República Dominicana, Costa Rica, Uruguay y Trinidad y Tobago, respectivamente. El panorama, similar, un incremento que se duplicó, triplicó o más, en 2017.
Expertos temen que las cifras aumente, tras los recientes anuncios económicos hechos por Nicolás Maduro, que según la mayoría de economistas son inviables y agravará más la situación.
Aunque no hay cifras oficiales del movimiento entre 2017 y 2018, el impacto de la diáspora venezolana se evidencia en las medidas tomadas por los gobiernos vecinos. Recientemente el Gobierno de Ecuador declaró el estado de emergencia en tres provincias, debido al “número inusual de inmigrantes venezolanos” que cruzan la frontera desde Colombia. Posteriormente, las autoridades de Quito señalaron que solicitarán pasaporte a quienes provengan de Venezuela, exceptuando menores de edad o personas con condiciones médicas.
Vale recordar que por convenios internacionales los ciudadanos de Venezuela podían ingresar a países miembros de Mercosur, sólo con la cédula de identidad que se emite en su país de origen.
Al endurecimiento de políticas migratorias se sumaron los gobiernos de Perú y Brasil, este último fue el escenario de un episodio reciente, donde refugiados venezolanos que residían en campos improvisados en la frontera, tuvieron que regresar a su país, luego de haber sido desterrados de forma violenta, luego de que fuera herido un comerciante de la localidad de Paracaima.
De acuerdo con Dany Bahar, economista de la Institución Brookings, citado por VOA, el costo estimados para mantener a un refugiado en Suramérica oscila entre 2500 y 5000 dólares. Es decir, para mantener a un millón de venezolanos al año se necesitaría entre 3 y 5 mil millones de dólares; cifra que convierte las ayudas económicas en insuficientes para atender la creciente demanda.