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Los chilenos Felipe Osiadacz y Fernando Candia, acusados de homicidio culposo en Malasia, quedaron en libertad y a la espera del proceso de apelación que presentó la fiscalía.

Osiadacz y Candia abandonaron el recinto carcelario para inmigrantes, en Semenyih, sin realizar declaraciones a la prensa tras obtener sus visas y lograr regularizar su situación migratoria.

Los chilenos fueron condenados el pasado 15 de noviembre a dos años de cárcel efectiva tras declararse culpables por la muerte de un ciudadano malasio.

Pero se les descontaron los 15 meses que cumplieron de prisión preventiva y se les redujo en ocho meses la condena por la buena conducta que presentaron dentro del recinto.

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