(Photo by Yamil LAGE / AFP)
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Disidentes cubanos acogieron este viernes con reservas en algunos casos, o expresando rechazo en otros, el endurecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, al aplicar el título III de la ley Helms-Burton.

El radical José Daniel Ferrer, quien dirige la Unión Patriota de Cuba (Unpacu), dijo a la AFP que esta medida “va en el camino correcto”, pero que debe ser acompañada de otras “para ayudar al pueblo y a los demócratas cubanos en medio de la crítica situación que estamos viviendo, y que puedan agregarse con la aplicación de tales medidas”.

El gobierno de Donald Trump decidió activar desde el 2 de mayo una cláusula de la norma de 1996, la cual permite demandar en tribunales de Estados Unidos a empresas extranjeras que gestionan bienes confiscados tras la revolución que triunfó en 1959.

Tras 23 años de suspensión, Washington finalmente aplicará esta cláusula que permite, a ciudadanos estadounidenses y a exiliados cubanos, demandar en las cortes federales de Estados Unidos a empresas que obtuvieron ganancias a través de compañías nacionalizadas por el gobierno socialista.

Ferrer, expreso político, opinó que Cuba “debe ser castigada y no solo por Estados Unidodos”, sino también por la Unión Europea (UE) y Canadá, pero aclaró que eso debe ser acompañado “con medidas para aliviar la crisis, el sufrimiento, la penuria del pueblo cubano”.

“Que se tenga muy presente lo que están haciendo en el caso de Venezuela, a medida que aplican sanciones al régimen de (Nicolás) Maduro, pues han estado concentrando ayuda humanitaria”, señaló.

Por su parte, Manuel Cuesta Morúa, quien encabeza la coalición moderada Arco Progresista, dijo que la aplicación del titulo III es “un error político”, del gobierno de Trump y que “su efecto puede ser paralizador” en el camino de la apertura y la democracia.

“Arco Progresista quiere expresar su oposición a este retorno de esquemas fallidos. En esta ocasión con un alcance total que afecta más a quienes pretende favorecer: el pueblo cubano; directa e indirectamente”, señaló en una declaración enviada a la AFP.

“Esta decisión “es una bendición para los sectores duros del gobierno cubano: les permite recuperar la retórica nacionalista perversa para intimidar y penalizar las crecientes ansias de cambios y para enmascarar su poca visión de Estado”, agregó.

“La Ley Helms-Burton no es una ayuda en nuestra salida democrática y pacífica hacia la democracia”, concluyó.

Agence France-Presse

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