“Lo voy a pedir. Quiero ir para casa. Ahora bien, si tengo que renunciar a seguir en la lucha por mi defensa, no tengo ningún problema en seguir aquí”, afirmó el patriarca de la izquierda, de 73 años.
Lula hizo estas declaraciones en la segunda entrevista que ofrece desde que fue detenido el 7 de abril de 2018, después de que hace dos semanas el Supremo Tribunal Federal (STF) le autorizara a hablar con los medios.
El líder de la izquierda fue acusado de ser el beneficiario de un apartamento tríplex en Guarujá (litoral del estado Sao Paulo) puesto a su disposición por constructoras para obtener contratos en Petrobras.
Desde el inicio del caso, Lula se ha declarado inocente y ha denunciado una persecución política para impedir que la izquierda vuelva al poder.
El pasado 23 de abril, un tribunal de apelaciones en Brasilia redujo su condena de 12 años y un mes de cárcel a 8 años y 10 meses.
Ese fallo podría permitirle beneficiarse, en los próximos meses, según juristas, de un régimen semiabierto, al haber cumplido un sexto de su condena.
Agencia AFP.