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La decisión judicial de despenalizar de hecho la muerte asistida en Italia para enfermos con patologías irreversibles, una sentencia considerada histórica, refleja en realidad el cambio profundo que ha registrado la sociedad italiana así como su relación con la iglesia católica.

La Corte Constitucional decidió el miércoles que la muerte asistida podría considerarse legal si se cumplían una serie de condiciones, entre ellas que la patología irreversible sea la causa de sufrimientos insostenibles, que exista el consentimiento de la persona y que sea realizada bajo el control de las autoridades públicas.

La máxima instancia judicial pidió que el parlamento legisle sobre el tema, lo que ha ignorado reiteradamente tras varias resoluciones sobre el tema.

Los magistrados de la Corte se pronunciaron sobre el asunto a pedido del tribunal que juzga al militante del Partido Radical Marco Cappato por haber ayudado al cantante Dj Fabo a suicidarse en Suiza en 2017, tras quedar ciego y tetrapléjico después de un accidente automovilístico en 2014.

Cappato corría el riesgo de una condena de hasta 12 años de cárcel por haber asistido a Fabiano Antoniani, conocido como DJ Fabo, un italiano de 40 años que decidió buscar en Suiza asistencia para morir.

El fallo de la Corte modifica de hecho el código penal, que castiga en teoría la “instigación o asistencia al suicidio” con penas de 5 a 12 años de prisión, y representa una victoria para los defensores de la eutanasia.

La resolución está en sintonía con la sociedad italiana, que se ha secularizado y alejado de los preceptos éticos de la Iglesia, y ahora quiere tener la última palabra sobre su salud, explicó a la AFP Cristina Papa, profesora universitaria de antropología cultural en Perugia (centro).

“La idea de que el sufrimiento representa una forma de acercarse a Dios dejó de ser creíble”, comentó la experta.

La antropóloga estima que el peso de la Iglesia disminuyó en la política italiana sobre todo después de la desaparición a finales de los años 80 de la Democracia Cristiana, el otrora partido más influyente del país.

 Agence France-Presse

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