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Bolivia inició este domingo una cuarentena total de 14 días por la pandemia del coronavirus, que ya suma 20 casos en el país donde las autoridades electorales dispusieron el sábado aplazar por tiempo indeterminado la elección presidencial prevista para mayo.

Por la noche, vehículos militares y policiales empezaron a recorrer las principales ciudades bolivianas advirtiendo a transeúntes y comerciantes que debían retirarse a sus domicilios.

“Tenemos 20.000 efectivos movilizados en todo el país. Mañana debería bajar la circulación casi a cero. Tenemos instrucción de no permitir que la gente desobedezca porque está poniendo en riesgo la vida de todos”, dijo a la prensa el Ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo.

La cuarentena obligatoria fue ordenada por la presidenta interina Jeanine Áñez el sábado, cuando informó esta “decisión dura, pero necesaria para el bien de todos”.

La medida implica que la población debe “estar en la casa las 24 horas del día”, porque “es el camino para vencer al coronavirus”, dijo la mandataria.

Pese a los acuerdos con organizaciones vecinales de la ciudad de El Alto, aledaña a La Paz, algunas personas permanecían en las calles desafiando a los uniformados.  

“Vamos a ser drásticos y si la gente se resiste, vamos a tener que arrestarla”, advirtió el ministro.

El decreto que establece la cuarentena dispone detención por ocho horas y una multa equivalente a 70 dólares a quienes rompan la cuarentena obligatoria.

La noche del viernes, cuando regía una prohibición de circular, la Fiscalía de La Paz informó el arresto de 17 personas en El Alto.

Votación aplazada

Horas después de que se dispusiera el confinamiento general, y pese a quedar fuera de ese periodo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) informó el aplazamiento indefinido de la elección presidencial prevista para el 3 de mayo.

El Órgano Electoral boliviano dijo que esperaba propiciar un “diálogo amplio y plural con todas las organizaciones políticas participantes en el proceso”, con el fin de definir “una nueva fecha para la jornada de votación de la elección general de 2020”.

Las elecciones de mayo habían sido convocadas de forma extraordinaria por el gobierno transitorio de Jeanine Áñez, quien asumió tras la renuncia de Evo Morales (2006-2019) en medio de las revueltas sociales que siguieron a los comicios del 20 de octubre, anulados luego de que una auditoría de la OEA denunciara irregularidades.

Entre otras medidas de fuerza mayor, Bolivia cerró desde el sábado sus fronteras aéreas y terrestres y limitó el transporte interdepartamental de pasajeros.

Asimismo, se prohibió la circulación de vehículos públicos y privados, con excepción de aquellos que trasladen suministros.

El Ministro de Gobierno garantizó el aprovisionamiento de los centros de abasto, que permanecerán abiertos hasta mediodía.

La autoridad de regulación financiera garantizó los servicios, aunque operarán con el personal mínimo, por lo que recomendaron el uso de canales virtuales.

Debido a la cuarentena, algunos diarios, como Los Tiempos de Cochabamba (centro), anunciaron la suspensión de sus ediciones impresas.

Tras el anuncio, muchos bolivianos llenaron ferias y supermercados para aprovisionarse de productos básicos, que registraron aumentos de precios. También hubo largas filas en cajeros automáticos y en las estaciones de servicio.

Los inconvenientes incluyen a los ciudadanos varados en otros países, como los que quedaron en Lima. La cancillería boliviana confirmó la repatriación la noche del sábado de un grupo de 70 ciudadanos que estaban en el aeropuerto de la capital peruana.

Enfundado en un traje de bioseguridad, el ministro de Salud, Aníbal Cruz, dijo en la televisión estatal que los repatriados no tenían “ningún síntoma”, pero que debían cumplir con medidas de seguridad, por lo que estarán en “aislamiento voluntario durante 14 días en un albergue” destinado a ese fin.

Sin insumos mínimos

Bolivia, uno de los países más pobres de América Latina, había decretado una cuarentena limitada desde mediados de semana, con medidas como la reducción de la jornada laboral y prohibiciones a la circulación nocturna.

En esta coyuntura, los directores del mayor complejo hospitalario público de La Paz emitieron un comunicado reportando la carencia de insumos para enfrentar la pandemia y la falta de preparación del personal médico.

“No contamos con los insumos mínimos como gorras, barbijos, botas, lentes, batas, y menos aún con insumos de alta gama como son los medicamentos de terapia intensiva. Nos mandan a la guerra sin armas, nos condenan a luchar en condiciones desfavorables”, advirtió el comunicado.

 

AFP.

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