La justicia estadounidense imputó por asesinato a un policía que asesinó a un ciudadano afroestadounidense hace cinco días en Atlanta, hecho que reavivó los llamados a reformar las fuerzas de seguridad que surgieron a raíz de la muerte de George Floyd.
Ante las protestas que llenaron las calles de Estados Unidos, se multiplicaron las iniciativas tanto a nivel local, como en Washington y en la ONU, para poner fin a la violencia policial que castiga especialmente a la población afroestadounidense.
Tras la modesta reforma policial decretada por el presidente Donald Trump, los senadores republicanos presentaron este miércoles un proyecto de ley para acabar con las “llaves de estrangulamiento” y cambiar la formación de los agentes de policía.
Y cuando parecía que la protesta iba perdiendo peso, un nuevo suceso, ocurrido el viernes por la noche en Atlanta, volvió a encender las alarmas de las personas.
Agence France-Presse