Diario El Español
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Este lunes surgieron nuevos antecedentes con respecto al crimen cometido por Tomás Gimeno, el hombre tildado como el “Monstruo de Tenerife”, acusado de asesinar a sus dos hijas, Anna, y Olivia, de 1 y 6 años de vida.

Según el informe difundido por el Tribunal Superior de justicia de Canarias, Gimeno estuvo con los cuerpos durante al menos tres horas antes de deshacerse de ellos. En el informe además se detalla que el padre había acordado con su expareja Beatriz Zimmermann el quedarse por el día con sus dos hijas.

En el documento se informa que Gimeno sedó a sus hijas con medicamentos, para luego asfixiarlas y envolverlas en toallas. Posteriormente las puso en bolsas de basura y luego en bolsas de pesca, para luego llevarlas en un baúl hasta su auto.

En el texto del Tribunal se sentencia que este sería el hecho que provocó la muerte de su hija mayor, ya que la autopsia reveló que el fallecimiento se debió a “edema agudo de pulmón”.

Tras esto, se estima que a las 21:30 Tomás abordó un barco cargando el baúl con sus hijas, momento en el que avisó a Beatriz que “no volvería a ver a sus niñas”.

Una hora después, según las diligencias, a las 22:30 arrojó los cuerpos al mar y ató las bolsas al ancla del barco para deshacerse de los cuerpos. De esta forma se establece que Gimeno estuvo cerca de dos horas y media con los cuerpos, mientras continua la labor para dar con el paradero del asesino y de Anna, la menor de un año.

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