Durante la tarde del miércoles las autoridades neerlandesas confirmaron la detención de Jos Van Wijk, el presidente de una organización llamada Última Voluntad (CLW), especializada en ofrecer “recursos para el suicidio asistido de personas a quienes se les negó la eutanasia”.
Según la fiscalía, el hombre de 73 años fue capturado “como sospechoso de dirigir una organización criminal cuya intención es cometer o planificar el delito de suicidio asistido”, y se produce “en respuesta a una serie de casos de suicidios recientes”.
De momento no se ha logrado calcular cuantos suicidios habrían ocurrido por acción de la organización, cuándo ocurrieron, ni tampoco el rol específico de CLW, sin embargo, adelantaron que ya están trabajando la investigación correspondiente.
Por su parte el abogado del sopechoso aseguró que CLW “actúa en el marco de la ley, se compromete a ampliar las posibilidades legales y es transparente al respecto”, incluso con la Fiscalía, por lo que criticó que “los 27.500 miembros de CLW estén siendo criminalizados”.