El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, manifestó durante un discurso este viernes que dio la orden de “disparar a matar” sin previo aviso a los manifestantes del país, quienes comenzaron a protestar desde el 1 de enero producto del alza en el precio del gas licuado.
“Di la orden a los órganos de la policía y el Ejército de disparar a matar sin previo aviso”, dijo el mandatario.
Además, sostuvo que no dialogará “con bandidos armados y preparados, tanto locales como extranjeros”.
“Desde el extranjero se escuchan llamados a las partes para llevar a cabo conversaciones con el fin de una solución pacífica. ¡Qué tontería! ¿Cómo se puede dialogar con criminales y asesinos?“, argumentó.
“Los combatientes no han depuesto las armas, continúan cometiendo crímenes o se preparan para cometer nuevos. Hay que llevar la lucha en contra de ellos hasta el final. Los que no se rindan serán eliminados“, advirtió.
Las manifestaciones han dejado graves disturbios en los últimos días, como la quema de autos y edificios públicos, y, según las autoridades, han resultado 13 uniformados muertos.