Al menos 156 palestinos y tres policías israelíes han resultado heridos, en su mayoría levemente, en el segundo viernes del Ramadán y el inicio de la Pascua judía (Pesaj), en medio de disturbios.
La Policía israelí, por su parte, informó de la detención de “cientos de alborotadores” y añadió que tres de sus oficiales resultaron heridos por el lanzamiento de piedras.
Los choques de este viernes, junto a los atentados palestinos e incursiones militares israelíes de las últimas semanas, podrían ser gasolina para una nueva escalada entre Israel y las milicias de la Franja de Gaza tal y como sucedió hace once meses.
La gran pregunta esta mañana era si los grupos integristas Hamas y Yihad Islámica deciden lanzar proyectiles contra Israel tal y como pidieron manifestantes palestinos en la mezquita Al Aqsa o se limitan a lanzar amenazas y ataques desde Cisjordania.
La Policía israelí, que ha detenido a más de 300 palestinos durante los disturbios, afirmó que sus agentes tuvieron que intervenir “para frenar la continuada violencia de una multitud de alborotadores, muchos de ellos encapuchados y con la bandera de Hamas, que lanzaban piedras, fuegos artificiales y otros objetos contra la Explanada del Muro de las Lamentaciones y los guardias en los accesos” y señala que su objetivo es “restaurar la calma y permitir que decenas de miles de musulmanes puedan asistir al segundo rezo al mediodía”.
En Israel consideran que los ataques iniciados esta madrugada en este santuario para musulmanes (Noble Santuario) y judíos (Monte del Templo) fueron organizados dada la gran cantidad de piedras y otros objetos preparada horas antes.