Este sábado fue sepultada Mahsa Amini, joven de 22 años que murió tras ser detenida en Teherán por la Policía de la Moral, quienes señalaron que llevaba mal puesto su hiyab (velo que es obligatorio para todas las mujeres en Irán).
Testigos indican que la mujer fue brutalmente golpeada por las autoridades al interior de una furgoneta. En tanto, la versión policial es que Mahsa sufrió un repentino ataque cardiaco.
La joven fue trasladada inconsciente hasta el Hospital Kasra, donde se constató su estado de coma. Días más tarde falleció.
La víctima estaba con su hermano, Kiarash, al momento de la detención, quien la espero fuera de la patrulla. “Me dijeron que se la llevaban a comisaría a hacerle una clase de ‘reeducación’ y que en una hora la dejarían salir“, señaló el joven a IranWire.
“Cuando llegué al edificio, vi a 60 o 70 personas llevando ropa para las mujeres detenidas en el interior. Algunas de ellas fueron liberadas y entonces empezamos a escuchar gritos adentro. Golpeamos a las puertas y entonces salieron agentes a pegarnos con bates y gas pimienta”, agregó en su relato.
Este caso provoca protestas espontáneas y se han difundido en redes sociales vídeos de gente coreando frases como “¡Muerte al dictador!”, en referencia al ayatolá supremo, Alí Jamenei.
Es necesario destacar que este no es el primer incidente de violencia contra las mujeres. En julio un policía detuvo a una joven, quien fue golpeada y grabada por incumplir la norma no escrita sobre el hiyab. La víctima fue trasladada a un hospital con hemorragias internas y luego obligada a disculparse públicamente en la televisión estatal.
“Que muera una mujer tras ser detenida por cómo iba vestida es una prueba de una depravación inaceptable. Es absolutamente necesaria una investigación transparente, que los responsables de la muerte de Mahsa rindan cuentas adecuadamente y que la familia reciba una reparación”, ha apuntado HRW en un comunicado.
El grupo pide además “la abolición de la ley sobre el hiyab obligatorio” y de otras normas que privan a las mujeres de su autonomía y derechos.
También Amnistía Internacional ha pedido “investigar por vía penal las acusaciones de tortura y otros malos tratos bajo custodia (…). Todos los agentes y autoridades responsables deben ser sometidos a la justicia”.