Tras realizar un balance de la visita del papa Francisco al país, la Conferencia Episcopal confirmó su apoyo “irrestricto” al obispo de Osorno, Juan Barros, sindicado como uno de los encubridores de los abusos cometidos por Karadima, y su participación en las distintas actividades del sumo pontífice.
“Nosotros apoyamos de modo irrestricto lo que el papa Francisco dijo a propósito de monseñor Barros”, indicó el presidente de la Conferencia Episcopal, Santiago Silva.
“Cuando existe la elección o el traslado de un obispo siempre hay una investigación previa bien profunda. Cuando se pensó en el traslado del obispo es evidente que el papa recibió una serie de informaciones sobre monseñor Barros y no encontró algún delito para no ponerlo como pastor en Osorno”, acotó.
Asimismo, Silva enfatizó que “es importante que, si existe algún delito en relación con monseñor Barros, cometido por él, hay que hacerlo saber”.
En esa línea, remarcó que “el Papa ya nos dijo qué es lo que quiere, la continuidad de monseñor Barros, pero siempre existe el discernimiento personal en razón del bien del pueblo de Dios”.
En otra materia, el director ejecutivo de la Comisión Nacional de la visita del papa Francisco, Javier Peralta, comentó la poca asistencia de fieles en algunas misas masivas.
Peralta explicó que, por ejemplo, en Iquique “hubo una estimación mayor” y que “se produjo un movimiento distinto al que nosotros habíamos esperado, que llegó menos gente a playa Lobito y llegó más gente al tránsito del papamóvil, probablemente afectados por la distancia a playa Lobito”.
En cuanto a la menor cantidad de extranjeros que llegaron a Chile con motivo de la visita del sumo pontífice, enfatizó que “nosotros preferimos estar sobrepreparados que menos que preparados”.
“No es un tema de la cantidad de peregrinos, si hubiésemos hecho algo en un lugar chico se habría visto lleno y habría sido un éxito y la cantidad de peregrinos sería la misma, entonces, creo que ahí es más bien desde la propia organización cuánto nos preparamos”, puntualizó.