Marcelo Hernandez/Atonchile
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El obispo de Rancagua, Alejandro Goic, dijo hoy que su colega de Osorno, Juan Barros, acusado de encubrir los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima, debió ser “prudente” y restarse de las misas del papa Francisco.

“Personalmente pienso que todo lo que el papa nos dijo tiene un valor extraordinario, lo que me deja un sabor doloroso fue que un hermano mío paso a ocupar un rol protagónico que no me parece bueno”, declaró Goic.

Sobre el espaldarazo que le entregó el pontífice a Barros, Goic señaló que “el papa tendrá sus razones profundas para que él siga como obispo de Osorno, yo respeto esa decisión”, pero en su opinión Barros sólo debió haber estado en el encuentro de la Catedral Metropolitana.

“Todos queremos a Juan, es un hermano. Pero creo que hubiese sido prudente que se hubiera restado sabiendo que goza de la confianza del Papa para seguir con la tarea”, señaló.

“Las víctimas siempre deben estar en primer lugar. He escuchado muchas experiencias, no solo de religiosos sino que de civiles que fueron abusados, y mi impresión es que las víctimas en más del 95% dicen la vedad. Por lo tanto, tengo que creerles, porque es una cosa tan profunda que hiere el alma que nadie va a inventar”, añadió.

“Es fundamental y es prioritario dos ideas: la prioridad de las víctimas y la búsqueda de la verdad, son dos cosas que no podemos dejar”, concluyó.

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