FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO
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Durante su visita a Chile, el Papa Francisco se refirió al caso del obispo Juan Barros, indicando que cuando las víctimas “me traigan una prueba contra él, ahí lo voy a ver”.

Estas palabras generaron polémica en la iglesia chilena, por lo que el Sumo Pontífice pidió perdón este lunes durante una conversación con la prensa de regreso a Roma.

“La palabra prueba no es la mejor para acercarme a un corazón adolorido. Yo diría evidencias. En el caso de Barros se estudió, se reestudió y no hay evidencias. Eso es lo que quise decir: No tengo evidencia para condenarlo. Si yo condenara sin evidencia o sin certeza moral cometería yo un delito de mal juez”, señaló.

“Debo pedir disculpas, porque la palabra prueba ha herido a muchos abusados; yo tengo que buscar evidencia. Y pido disculpas. Es una herida que provoqué sin quererlo. Y a mí me hace doler mucho, porque en Chile recibí dos (víctimas)”, agregó el líder de la Iglesia Católica.

“Sé cuánto sufren. Sentir que el Papa les dice en la cara denme una carta con la prueba es una cachetada. Me doy cuenta de que mi expresión no fue feliz, porque no lo pensé. Entendí lo que dijo el apóstol Pedro, sobre el incendio con una carta”, añadió.

Además, el Papa señaló que se encuentra con el “corazón abierto” a recibir las evidencias de las personas que quieran aportar. “Testimonios de víctimas siempre son una evidencia, en el caso de Barros no las hay, no hay evidencias, empezó quizá con esa mala decisión de la renuncia y se lo empezó a acusar, pero de abuso no hay evidencia”, dijo Francisco.

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